Cuando los famosos tienen un hijo, la expectación por saber cómo son, a quién se parecen más o si son atractivos es tan grande que mucha gente espera pacientemente a que cumplan los 18 años o se abran una cuenta en alguna red social para conocerlos.
En España, la Ley del Menor protege la intimidad de los niños y prohíbe publicar fotos de los menores sin el consentimiento de sus padres, por lo que los medios de comunicación pixelan sus caras para evitar cualquier litigio.
Sin embargo, un nuevo perfil ha llamado mucho la atención estos últimos días. La discreta hija mayor de Alejandro Sanz, Manuela, abría al público la cuenta que hasta entonces tenía privada, unos días antes de cumplir los 19 años.
Aunque Manuela alcanzó la mayoría de edad el pasado año, la joven no había querido compartir su vida personal con el resto del mundo, seguramente siguiendo los consejos de sus padres para que se aparte del foco informativo.
Sin embargo, el 28 de junio, una nueva cuenta vio la luz en Instagram. Con tan solo una mariposa azul como descripción de su perfil, se ve que Manuela mide muy bien lo que publica, siendo parca en palabras.
A parte de selfies, en las stories ha compartido algunos rincones de su casa, como su dormitorio y un fondo que parece ser el de un cuarto de baño. También demuestra que es muy fan de su padre, subiendo una imagen de la puerta de su camerino.
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