Los 150 rumanos gitanos que habitaban el poblado de El Árbol del Ahorcado (en el camino del Juncal de San Sebastián de los Reyes) han abandonado la finca privada que ocupaban desde agosto. Pensaban quedarse allí indefinidamente, pero de la noche a la mañana han desaparecido. El viernes ya no quedaba ninguno.
El artífice de tan rápida huida ha sido la Policía de la Embajada de Rumanía: llegó al poblado, habló con los patriarcas y les puso un ultimátum: o se iban en 48 horas o tomarían medidas drásticas. "Se les apretó diciendo que si seguían allí tendrían mucha más presión policial", aseguran fuentes policiales.
Ante esta advertencia, los chabolistas no se lo pensaron dos veces. "Recogieron sus cosas y en menos de 24 horas se marcharon", explican. "La salida ha sido pacífica, voluntaria y no ha hecho falta intervención de las autoridades", añade la Embajada.
"De acuerdo con los patriarcas"
El dueño de la finca denunció la ocupación en septiembre y la orden judicial de desalojo "era inminente". El Ayuntamiento de Sanse y la Policía Nacional comenzaron las gestiones para echarlos en octubre, justo después de que 20minutos adelantara su presencia. "Había un constante control de sus movimientos", según fuentes municipales.
Finalmente tuvieron que pedir ayuda a las autoridades rumanas, que han conseguido evitar el uso de la fuerza. "Se ha hecho todo de acuerdo con los patriarcas", dice la Embajada. Gran parte de los chabolistas se han establecido ahora en Valdemingómez.
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