La mascarillas seguirán sin ser 100% obligatorias en la Comunidad de Madrid. Así lo ha anunciado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, después de reunirse con el ministro del ramo, Salvador Illa, con quien ha acordado crear un protocolo entre ambas administraciones para aumentar el control en el aeropuerto de Barajas, por donde han entrado ya 77 positivos.

El consejero ha dicho "sentirse obligado" a insistir en que es obligatorio llevar mascarilla en el transporte público o en lugares cerrados pero se ha limitado a "recomendar" su uso en el ámbito privado.

Después de cifrar en siete los brotes detectados (que están en diferentes fases), ha explicado que “el principal perfil” de los mismos es el que se da “en el ámbito familiar o en el empresarial”, lugares en los que el uso de la mascarilla “pertenece a la intimidad, donde la administración no puede llegar”.

Para justificar que Madrid siga siendo la única autonomía penínsular en no obligar a portar este elemento de protección, Escudero también ha argumentado que en otras comunidades se ha establecido esa obligación al 100% “porque no había ningún grado de concienciación”, según, ha dicho, reconocieron varios presidentes en la última reunión interterritorial de Sanidad. “Incluso Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se sorprendió por el uso masivo de los madrileños”, ha incidido.

Sobre el convenio que les ha propuesto Sanidad, Antonio Zapatero, viceconsejero de Salud Pública y director del hospital de campaña de Ifema, ha añadido que el Ministerio les ha propuesto darle los datos (el teléfono, entre otras cosas) de los turistas que vayan a quedarse en Madrid, para que la Comunidad pueda localizarles.

“Es una herramienta que, aunque no nos satisface del todo, nos puede ayudar a tener controlado los viajeros que pasan por Barajas”, ha declarado Zapatero, que también ha respondido que la “nueva normalidad” es “dinámica” cuando le han preguntado si se plantean cerrar el ocio nocturno, posibilidad que ya empiezan a deslizar otras regiones y que Madrid tampoco descarta.