La restricción al tráfico privado en Triana y el centro dará sus primeros pasos a partir de septiembre

La vuelta de las vacaciones van a suponer un punto de inflexión en las políticas de movilidad de Sevilla. El Ayuntamiento ya ha comenzado a ejecutar algunas actuaciones dirigidas a limitar el tráfico privado a favor del peatón y la bicicleta, como la de la Ronda Histórica entre Barqueta y Macarena o la de la avenida de Jerez. Pero será en septiembre cuando dé sus primeros pasos una de las medidas más ambiciosas en este sentido, el Plan Respira, una estrategia pactada entre el PSOE y Adelante Sevilla y que forma parte del acuerdo que sirvió para sacar adelante los presupuestos municipales de este año.

El plan se implantará en Triana primero y en el centro de la capital después, según lo inicialmente previsto por el Consistorio, declarando ambas zonas como áreas de tráfico restringido. Pero en los dos casos se iniciará un proceso de exposición pública y de participación ciudadana a partir de septiembre, lo que permitirá incorporar supuestos y medidas a lo que el Ayuntamiento denomina como un "modelo de trabajo flexible y abierto para garantizar la movilidad".

Las restricciones tanto en Triana como en el Casco Antiguo se controlarán mediante un sistema de cámaras, que vigilarán la entrada de vehículos privados particulares y de mercancías. El objetivo, incide el Consistorio, es proteger dos zonas de la ciudad en las que destaca la presencia de calles muy estrechas, lo que dificulta la convivencia entre peatones, ciclistas y coches. Son, además, áreas marcadas por su "valor patrimonial" y por la "saturación provocada por el tráfico de mercancías". 

Con las restricciones se pretende que estos puntos dejen de ser zona de paso de coches, por lo que se desviará la circulación a vías con mayor capacidad, evitando también los recorridos en busca de aparcamiento en superficie.

Delimitación de cada zona

En lo que a Triana se refiere, la propuesta de área restringida del conjunto histórico será la zona comprendida entre el Altozano, la calle Betis, la plaza de Cuba, Génova, Pagés del Corro –que será el límite de la zona restringida sin entrar dentro–, Procurador, Castilla y San Jorge. Una zona, insiste el Ayuntamiento, de calles estrechas, de un "enorme valor patrimonial" y un volumen de carga y descarga "importante".

En el caso del Casco Antiguo, el área restringida será la delimitada por el Paseo de las Delicias, el Paseo de Colón, Reyes Católicos, Marqués de Paradas, San Laureano, Torneo, Resolana, el Parlamento andaluz, Muñoz León, Ronda de Capuchinos, María Auxiliadora, Recaredo, Menéndez Pelayo, Avenida del Cid, Palos de la Frontera y la Avenida de Roma. Se trata de un área que ya está declarada como zona 30 y, como en el caso de Triana, con muchas calles angostas o con plataforma única, lo que dificulta la movilidad peatonal y ciclista, con plazas limitadas de aparcamiento en superficie y "graves problemas" por la "saturación de la carga y descarga".

En todo caso, el Ayuntamiento puntualiza que pese a las restricciones planteadas, el modelo del Plan Respira garantizará "en cualquier caso" el acceso de residentes y personas autorizadas por ellos, la llegada a los hoteles, el acceso a centros educativos, la carga y descarga en horarios y condiciones limitadas, los suministros y servicios profesionales, los accesos puntuales de vehículos particulares justificados, el transporte público y el uso de los aparcamientos públicos.

"Con este plan queremos garantizar la accesibilidad universal y la protección del peatón, priorizar al residente, promover el uso de la bicicleta y favorecer la movilidad activa", ha señalado el delegado de Gobernación, Juan Carlos Cabrera.

Por su parte, la edil de Adelante, Susana Serrano, ha manifestado que "aunque se ha retrasado más de lo que acordamos por la pandemia, el Plan Respira sigue adelante". Y se mostró segura de que esta será una restricción al tráfico "más eficaz y amable que el Plan Centro".