Este lunes por la mañana, un rayo ha provocado un gran incendio en un depósito de gasóil del complejo petroquímico de Repsol de Puertollano, generando incluso una columna de humo negro visible a más de 30 kilómetros de distancia.
Las fuertes tormentas pueden llegar a provocar innumerables destrozos, tanto en zonas urbanas como en las más rurales, donde ya no solo las inundaciones representan un peligro, sino también los incendios que pueden originarse con los rayos.
"Los rayos son causas directas de muchas muertes al año y desencadenan efectos secundarios como incendios, especialmente en las zonas forestales", indica Protección Civil en su página web, explicando que "se considera una tormenta como una o varias descargas bruscas de electricidad atmosférica que tiene una manifestación luminosa, el relámpago, y otra sonora en forma de ruido seco o retumbo sordo, el trueno".
Así, las descargas con relámpago -que pasa a denominarse rayo cuando impacta con el suelo- no están constituidas por una chispa única, sino por "varias descargas sucesivas que recorren el mismo camino en un brevísimo intervalo de tiempo".
Una media de 100 rayos golpean la Tierra cada segundo, según eltiempo.es, que explica que los rayos se producen por la "interacción entre las partículas positivas y negativas", por encima de los 5.000 metros de altura, cuando las partículas de granizo chocan con cristales de hielo. Pero, ¿cuánta energía puede llegar a desprender un solo rayo?
Según un equipo de científicos del Instituto Tata de Investigaciones Fundamentales en Bombay, que ha determinado la cantidad de energía liberada el rayo más electrizante jamás registrado, el récord de electricidad producida por un rayo de tormenta está en 1.300 millones de voltios. "Algo así como la energía suministrada por una cadena de diez millones de enchufes domésticos", indica el canal informativo de la Comunidad de Madrid.
Aún así, no existe todavía un método del efectivo que mida con precisión la cantidad de energía de un rayo, que puede llegar a alcanzar temperaturas cinco veces mayor que la de la superfície del Sol (unos 30.000 grados centígrados).
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