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La advertencia sobre Meghan Markle que cabreó tanto al príncipe Harry que dejó de hablar con uno de sus mejores amigos

Los duques de Sussex, el príncipe Harry y Meghan Markle, en abril de 2018.
NEIL MUNNS / EFE

Era uno de sus mejores amigos. Desde la infancia. Compañero en el colegio de Eton. Y hasta con él es dueño a medias de un caballo de carreras, llamado Usain Colt, un nombre que no está puesto a la ligera y luego diremos por qué. Pero Tom Inskip, o Skippy, como le conocen sus allegados, ya no es tan cercano al príncipe Harry y ahora se ha descubierto la razón.

Como es de sobra sabido, Meghan Markle y el nieto de la reina Isabel II se conocieron en el verano de 2016 gracias a que les presentó un conocido que tenían en común. Sin embargo, su primer acto público juntos no fue hasta casi un año más tarde.

En marzo de 2017 ambos acudieron a la boda de Skippy en Jamaica (de ahí se entiende la predilección de ambos colegas por la figura del atleta al que hace referencia el nombre de su equino). Fue por entonces la época en la que Meghan Markle hubo de dejar atrás sus redes sociales y Harry el Instagram secreto que usaba para hablar con ella.

Tal y como relata uno de los fragmentos adelantados por el periódico The Telegraph de Finding Freedom, la biografía de los duques de Sussex escrita por dos biógrafos de confianza (es la única, por ahora, que sí ha sido autorizada por ellos) que sale a la venta precisamente este martes 11 de agosto, Tom Inskip le dio un consejo al padre de Archie sobre su nueva pareja que no le hizo ninguna gracia.

Según el libro, Tom Inskip, del que se llegó a decir que podía ser padrino del hijo de la pareja real, advirtió a Harry de que quizás estaba yendo demasiado rápido con Markle y que se estaba precipitando, algo que no sentó nada bien al futuro marido de la actriz.

Tom Inskip, 'Skippy', en la boda del príncipe Harry y Meghan Markle.
Ian West / GTRES

"Al príncipe Harry le dolió mucho que alguien tan cercano a él no estuviera de acuerdo con su decisión", se puede leer en Finding Freedom, algo muy parecido a las palabras de su hermano, el príncipe Guillermo, o, por lo visto, también de su abuelo, el duque de Edimburgo.

Esto provocó que ni Tom ni su esposa Lara, aunque sí que asistieron a la capilla Saint George en el castillo de Windsor para la ceremonia religiosa, no fueran invitados a la recepción privada en Frogmore House, donde, no hay que olvidarlo, hubo sitio para alrededor de 600 invitados.

A pesar de que volvieron a coincidir casi medio año después en la boda de la princesa Eugenia y Jack Brooksbank, ni siquiera hay fotografías de ambos charlando. Tras eso, Skippy se mudó a Washington DC, donde trabaja en la empresa de tecnología Afiniti, mientras que en los Ángeles viven ahora Meghan Markle y el príncipe Harry.

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