Madrid

Ayuso: un año de gobierno marcado por la Covid-19, los roces con Cs.. y con el próximo reto de aprobar presupuestos

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en una imagen de archivo.
Comunidad de Madrid

Este viernes se cumple un año de la investidura de Isabel Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid. Doce meses que han estado marcados por la gestión de la Covid-19 en la región, una de las que más ha sufrido -y aún sufre- el zarpazo del virus. La pandemia ha dejado en un segundo plano los avances acometidos en proyectos como Madrid Nuevo Norte después de varias décadas, varias ampliaciones de metro y la reforma integral del hospital de La Paz, entre otros. Mientras, el horizonte más cercano de la presidenta y su gobierno, sigue pasando por la gestión sanitaria de la emergencia y sus condiciones económicas y, también, por aprobar unos presupuestos para 2021.

Casi nadie recuerda ya de qué se hablaba en Madrid antes de la irrupción de la Covid-19, pero lo cierto es que en marzo de 2020 el Ejecutivo PP-Cs ya llevaba siete meses en marcha, un periodo de intensa actividad política. 

Una de las primeras decisiones de la coalición llegó apenas un mes después de que echara a andar: a finales de septiembre de 2019 el Gobierno de Díaz Ayuso renunció a elaborar los presupuestos para 2020 aludiendo a que el Ejecutivo central no les había facilitado los datos necesarios para confeccionarlos.

No sería este el primer punto de fricción entre la Comunidad al Gobierno central: después vinieron reclamaciones por la liquidación del IVA de diciembre de 2017 y las entregas a cuenta, cuestiones ambas que han acabado en los tribunales merced a los recursos interpuestos por Madrid. De hecho, los reproches entre el Ejecutivo PSOE-Podemos y el formado por PP-Cs en Madrid han sido constantes en estos meses y de distinta intensidad. Ambos presidentes no se han reunido para abordar los asuntos que les afectan y las diferencias que han mantenido durante la gestión de la pandemia les han alejado aún más. 

La discrepancias entre el Ejecutivo regional y el central no han sido las únicas que han marcado el curso político los últimos 12 meses: también se han evidenciado numerosas diferencias entre los propios socios de gobierno y entre Cs y Vox, socio de investidura del gobierno de coalición.

Estas desavenencias -que repetidamente han sido enmarcadas tanto por Díaz Ayuso como por Aguado en situaciones normales en un gobierno de coalición y les han restado importancia- parecieron alcanzar su punto álgido en las peores semanas de la pandemia, con la agria polémica que surgió entre los consejeros de Sanidad y Políticas Sociales a cuenta de las residencias.

Pero PP y Cs se repusieron, una vez más, a las diferencias y en el acto de conmemoración del primer año de pacto, a mediados de julio, presumieron de unidad de acción.

La necesidad de acuerdos para sellar unos presupuestos

Esta unidad tendrá una prueba de fuego en las próximas semanas, cuando se tendrán que negociar los presupuestos para 2021. Los votos de la coalición no bastan, y tendrán que sumar, al menos, los de Vox, el socio que ya les apoyó en la investidura. 

La formación liderada por Rocío Monasterio ya ha puesto sobre la mesa sus exigencias para apoyar las cuentas en la Asamblea, un respaldo que debe pasar por reducción del gasto político, eliminar subvenciones "ideológicas" y bajar los impuestos. La presidenta regional recogió el aguante en julio, cuando aseguró que analizaría la posibilidad de reducir su Gobierno.

La aprobación de los presupuestos, además de consolidar al Gobierno PP-Cs, les permitiría ir materializando nuevos proyectos que se sumarían a los ya iniciados este año, entre los que destacan Madrid Nuevo Norte, las ampliaciones de las líneas 3, 5, 8 y 11 de Metro de Madrid (los trámites administrativos de la última avanzan a buen ritmo tras recibir el visto bueno ambiental recientemente), el nuevo hospital de emergencias que se está levantando en Valdebebas, la puesta en marcha del primer tramo del abono gratuito para mayores de 65 años o la adjudicación del ambicioso proyecto de reforma integral de La Paz.

El fantasma de la moción

Con presupuestos nuevos o sin ellos, el curso político que está a punto de empezar se antoja movido. El PSOE no descartó hace unos día presentar una moción de censura en otoño "si se dan las circunstancias". "Si el Gobierno de Madrid merece una moción de censura, los socialistas estamos dispuestos a afrontarla pero tienen que darse una serie de circunstancias, entre otra tener los apoyos necesarios", declaró José Manuel Franco, secretario general de los socialistas y delegado del Gobierno en Madrid, hace unas semanas. 

Para sacar adelante esta hipotética moción, el PSOE necesitaría el apoyo de Más Madrid y Unidas Podemos-Izquierda Unida, ambas formaciones muy críticas con la gestión del Gobierno autonómico, y también necesitaría sumar a Cs. La aritmética no se antoja sencilla y solo el avance del tiempo y los acontecimientos resolverá estas y otras incógnitas que se ciernen hoy sobre la política madrileña.

Redactora '20minutos'

Estudié Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y conocí el oficio y el valor de la información local en 'Heraldo de Aragón'. Sigo aprendiendo cada día, ahora mientras escribo sobre la actualidad de la Comunidad de Madrid.

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