¿Qué es la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo? ¿Cuáles son las fases de la enfermedad?

Garrapata
Garrapata.
FLICKER/JOHN TANN
Garrapata

El Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda (Madrid), dependiente del Instituto de Salud ‘Carlos III’, ha confirmado la presencia del virus de Crimea-Congo tras un análisis de las muestras correspondientes a un varón de 69 años de edad que había ingresado en la UCI del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca el pasado 10 de agosto y que fallecía el 11 de agosto, un día después de su ingreso.

El paciente había sido hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos tras acudir al Hospital Nuestra Señora del Castañar (Béjar), "ante el agravamiento de la sintomatología inespecífica que, días antes, había referido en una consulta domiciliaria y por la que estaba en tratamiento", subraya el comunicado emitido este jueves por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León. 

Los profesionales sanitarios observaron "una lesión negruzca en una de sus piernas" y su entorno familiar ha señalado "que le habían visto quitarse la semana anterior una garrapata". 

Se trata del segundo caso de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo detectado en la provincia de Salamanca al confirmarse el pasado mes de junio que un varón permanecía ingresado tras infectarse por la picadura de una garrapata en una zona de pinares de la provincia. 

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo está causada por un virus que se transmite, principalmente, a través de la picadura de una garrapata del género Hyalomma. Sin embargo, también puede transmitirse entre personas por el contacto con sangre o fluidos de la persona infectada. Es una de las enfermedades transmitidas por estos insectos con mayor extensión en todo el mundo y emergente en algunos países de Europa

¿Qué es la fiebre de Crimea-Congo?

El virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se identificó por primera vez en España en el año 2010 en garrapatas capturadas en la provincia de Cáceres y en 2016 se detectaron los primeros casos en seres humanos, tal y como detalla el Informe de situación y evaluación del riesgo de transmisión del virus en España publicado en 2019 por el Ministerio de Sanidad

Desde entonces se ha confirmado su presencia en garrapatas capturadas sobre animales silvestres y vegetación en Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid, Andalucía y Castilla y León. En este sentido, España presenta riesgo de circulación de este virus por su proximidad geográfica con África, principalmente, a que "es lugar de tránsito obligado de aves migratorias procedentes de zonas endémicas, a la amplia presencia del vector responsable de la transmisión y a las condiciones climáticas", indica el informe. 

Esta enfermedad fue descrita por primera vez en el año 1944 en Crimea entre trabajadores del sector agrícola y soldados. Años más tarde, en 1956, se detectó un virus aislado en el Congo y en 1969 se confirmo que era idéntico al de Crimea, por lo que se comenzó a utilizar Crimea-Congo para nombrarla. 

Se produce por un virus del género Nairovirus, que pertenece a la familia Bunyaviridae y que es transmitido por la picadura de una garrapata (género Hyalomma) que ha sido infectada previamente. El virus causa brotes de fiebre hemorrágica viral que pueden tener una tasa de letalidad de hasta el 40%, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)

La enfermedad es endémica en África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia en aquellas regiones situadas "por debajo de los 50 grados de latitud norte, que es el límite geográfico de la garrapata que constituye su vector principal", añade la organización internacional.

¿Cómo se transmite este virus?

La principal vía de transmisión a los humanos se produce tras la picadura de una garrapata infectada, aunque pueden darse casos de transmisión por un contacto estrecho con secreciones, sangre o fluidos corporales de personas infectadas. También se han detectado casos de contagio en el sector ganadero y agrícola por el contacto directo con animales infectados como cabras, ovejas, ciervos o liebres.

¿Cómo llega el virus a nuevos territorios? Diversos estudios concluyen que las aves migratorias, procedentes principalmente de África, pueden ser las portadoras de estas garrapatas a países como España, así como por el movimiento de ganado infectado. Esto se une a "los condicionantes del cambio climático en la distribución de los vectores de Hyalomma marginatum en Europa y, especialmente, en la península ibérica", detalla la Red de Investigación Cooperativa en Enfermedades Tropicales (RICET).

¿Cuáles son los signos de alarma y síntomas principales?

Los síntomas dependen de cómo evolucione la enfermedad en cada persona, ya que en muchos casos no se llega a presentar sintomatología y en un menor porcentaje la evolución de la infección puede generar complicaciones graves e incluso la muerte. Así, según el Ministerio de Sanidad, tras la picadura de la garrapata las fases son las siguientes:

1. Periodo de incubación: suele ser de 3 a 7 días desde la picadura de la garrapata. 


2. Periodo prehemorrágico: los síntomas aparecen súbitamente y se caracterizan por fiebre elevada (39-40ºC), dolor muscular, rigidez de articulaciones, dolor de cabeza, mareos, vómitos, confusión, enrojecimiento de la cara o el cuello, conjuntivitis y cambios en el estado de ánimo.


​3. Periodo hemorrágico: la enfermedad se manifiesta con pequeños hematomas (petequias) que pueden ir haciéndose más grandes en piel y mucosas. También se pueden producir sangrados en la orina, por la nariz o en las encías, así como vómitos de sangre o heces negras. Es frecuente que la piel y las mucosas se tornen amarillentas y, en casos muy graves, se vea perjudicado el nivel de conciencia. 


​4. Periodo de convalecencia o recuperación: tras los primeros 10 o 20 días desde el comienzo de la enfermedad llega este periodo. Puede ser bastante lento y manifestarse con síntomas como pulso débil, afectación de los nervios, dificultad para respirar, reducción de la agudeza visual, pérdida de audición o de memoria.

Según la OMS, la tasa de mortalidad asociada a la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es de, aproximadamente, un 30% y ocurre generalmente a la segunda semana. Los pacientes que se recuperan de la enfermedad comienzan a notar mejoría al noveno o décimo día tras su aparición.

¿Existe tratamiento para esta fiebre hemorrágica?

En la actualidad no existe ninguna vacuna segura y eficaz, ni una cura para esta enfermedad. El tratamiento se realiza para paliar los síntomas, a medida que van apareciendo. En este sentido, la detección temprana es esencial para proporcionar un tratamiento adecuado y mejorar el pronóstico. 

La atención médica puede incluir la transfusión de plaquetas, plasma fresco congelado o hematíes, y el antiviral ribavirina se ha propuesto como tratamiento para la fiebre hemorrágica, tras su valoración en estudios observacionales. Se ha propuesto el favipiravir, aunque su eficacia también se encuentra en proceso de estudio, destaca el informe de Sanidad.

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