¿Invertir en comprar un coche o apostar por el renting? Así puedes decidir
- La modalidad de alquiler a largo plazo es perfecta para quien quiere cambiar de coche a menudo.
- Estas son las pólizas más baratas para contratar el seguro de tu coche.
A la hora de apostar un un vehículo privado, son varias las opciones que se ponen encima de la mesa. ¿Comprar un modelo nuevo o de ocasión o mejor decantarse por el alquiler a largo plazo o renting? Para tomar una decisión acertada, es importante tener en cuenta varios factores.
Primero hay que entender a qué nos enfrentamos con cada opción. La compra de un coche nuevo implica una gran inversión, normalmente financiada, y la de un vehículo de ocasión depende del canal de venta.
El renting es una modalidad de alquiler de coche a largo plazo, de entre 2 y 5 años habitualmente, que consiste en el pago de una cuota mensual en la que normalmente el resto de servicios adicionales van incluidos: revisiones, seguro...
En la actualidad, no es extraño que se apueste por esta segunda opción, sobre todo entre la gente joven. Y es que ante las posibilidades de cambiar el lugar de residencia o la falta de una estabilidad laboral a largo plazo, el renting es mucho más flexible.
Sin embargo, la compra de un vehículo nos asegura que este va a ser de nuestra propiedad y que en caso de querer cambiarlo o ya no necesitarlo, podrá venderse para recuperar una parte de la inversión realizada.
Para decantarse entre una opción u otra, es importante tener en cuenta:
- Las necesidades de uso. En caso de necesitar el coche para desplazarse habitualmente hasta el trabajo, ambas opciones son plausibles, aunque quizás se podría incluso apostar por el carsharing.
- La estabilidad económica. El renting es mucho más flexible, ya que la duración del contrato es corta y no es necesario hacer frente a más gastos derivados del uso del vehículo. La compra del coche nuevo implica hacer frente todos los meses a la letra del pago, además de tener que invertir en seguros, mantenimiento, revisiones...
- Los gustos personales. Por ejemplo, si se prefiere cambiar de coche cada cierto tiempo o si se apuesta por un modelo para toda la vida.
- El precio final. En muchas ocasiones, el precio que se paga tras cuatro años de renting no varía respecto a la compra. Pero en casos particulares, como en la adquisición de un coche eléctrico o de alta gama, puede ser algo más interesante apostar por el renting.
Cabe recordar que lo primero es hacer números y calcular los gastos, para saber a qué tipo de inversión podemos hacer frente. Nunca hay que desestimar, por otro lado, los gustos y las preferencias: hay quien quiere que el coche sea de su propiedad y quien no contempla este tipo de adquisiciones.