La víctima mortal, María del Carmen Barcala Rebolo, de 42 años, era natural de la parroquia de Rubians, donde vivía la familia hasta que le fue expropiada la vivienda para realizar las obras de la carretera de circunvalación de Vilagarcía, lo que provocó que la familia se desplazara al municipio de Portar.
A las cinco de la madrugada
Los hechos que le costaron la vida a María del Carmen ocurrieron a las cinco de la madrugada del sábado, en el domicilio conyugal situado en el lugar de Mourigán, cuando el hombre estranguló, con sus propias manos, a su mujer, que pereció por asfixia.
Fue el hijo mayor del matrimonio, un joven de 22 años, el que alertó del suceso a la Guardia Civil, que se desplazó a la casa familiar, donde comprobó el fallecimiento de la mujer y posteriormente detuvo, en un cruce de carreteras, al presunto autor de la agresión.
Se da la circunstancia de que no existían antecedentes ni denuncias por malos tratos en el ámbito de esta familia, aunque últimamente la relación entre la pareja no era buena, según indicaron fuentes de la investigación.
Continuos reproches
La víctima trabajaba, como cocinera, en un restaurante situado en la carretera de Vilagarcía del que salía tarde, lo que generada los continuos reproches del marido. El propietario del restaurante, ubicado en Curro, señaló que "estos días, debido a que tienen muchas cenas de navidad, estamos cerrando el restaurante mucho mas tarde de los habitual".
Los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Portas empezarán a trabajar este lunes para prestar asistencia a los cinco hijos de la víctima. El primogénito manifestó al alcalde, Roberto Vázquez, que se van a quedar "solos en casa", por lo que el regidor aseguró que se va a "intentar ayudarles por todos los medios, en lo máximo que se pueda".
Concentración
El hijo mayor, Oscar Torrado Barcala, estuvo presente junto a todos los miembros de la corporación municipal de Portas, en la concentración de repulsa celebrada ante el Ayuntamiento, donde la bandera ya ondea a media asta, por los tres días de luto decretados para condenar este crimen. El acto, en el que participaron cerca de un centenar de personas, concluyó con un minuto de silencio y a su término numerosos vecinos se acercaron al joven para transmitirle el pésame.
Roberto Vázquez se refirió a María del Carmen Barcala como "una persona alegre y con una vitalidad tremenda". También aludió a la reacción de los vecinos de Portas y de la aldea de Romai, donde reside la familia: "La gente está llorando porque lo siente, este es un ayuntamiento pequeño, todos se conocen y aún no acabamos de creerlo".
En cuanto a las posibilidades para que familiares de la fallecida puedan hacerse cargo de sus hijos, el alcalde de Portas explicó que unos abuelos ya están al cuidado de otros nietos huérfanos de madre. En este sentido, los asistentes sociales del ayuntamiento harán un seguimiento de la situación para que, sobre todos los menores, de 8 y 13 años, "sigan yendo a la escuela".
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