El porno en adolescentes: desde los 12 años, sin límites y de contenidos que pueden derivar en conductas de riesgo

  • Save the Children ha elaborado un informe a partir de entrevistas a 1.753 adolescentes.
  • El objetivo es estudiar el consumo de estos contenidos entre jóvenes y su impacto en las relaciones y el desarrollo.
  • Para el 30% de los encuestados el porno es su única fuente de información sobre sexualidad.
Adolescente mirando su teléfono móvil en la habitación.
Adolescente mirando su teléfono móvil en la habitación.
Pedro Armestre / Save the Children
Adolescente mirando su teléfono móvil en la habitación.
La edad en la que los adolescentes empiezan a consumir pornografía ha disminuido hasta los 12 años de edad. 
Save the Children.

La edad en la que los adolescentes empiezan a consumir pornografía ha disminuido hasta los 12 años de edad. Ahora, casi 7 de cada 10 adolescentes suelen ver este tipo de contenidos frecuentemente, y para el 30% el porno es su única fuente de información sobre sexualidad.

Son los datos que se desprenden del extenso y completo informe '(Des)información sexual: pornografía y adolescencia' que ha elaborado Save the Children, tras realizar entrevistas a 1.753 adolescentes de entre 13 y 17 años, a partir de las cuales han podido determinar, ya no solo el consumo entre jóvenes, sino también el impacto que éste tiene en las relaciones y su desarrollo.

Los adolescentes de hoy en día han crecido en un contexto de apogeo de las nuevas tecnologías, que ejercen una inmensa influencia en ellos y constituye un importante espacio de construcción social. "En un mundo completamente tecnológico marcado todavía por la desigualdad, la violencia de género y en el que la educación afectivo-sexual no siempre está a la orden del día dentro del hogar y de las familias, internet se convierte en docente y consultorio sobre sexualidad y con él, la pornografía", señala el estudio.

Así, Internet y las redes sociales han perpetuado el auge de lo que ya se conoce como "nueva pornografía": contenido sexual accesible, ilimitado, anónimo e interactivo. De esta forma, el porno se ha convertido en "una pieza más de la sexualidad adolescente", cuya falta de educación sobre el tema o sobre el uso responsable de internet puede incluso derivar en conductas de riesgo y nocivas, "y a prácticas como el sexo sin protección, que a su vez aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades sexuales o de embarazos no deseados", indican desde la ONG.

La antesala de la etapa adulta marcada por el miedo al rechazo

La adolescencia es una etapa crucial tanto en el crecimiento, como en la formación de la personalidad de una persona, que se irá moldeando a través de los múltiples cambios que se experimentan en ese periodo de edad y que "son la antesala de la etapa adulta". Pero el desarrollo sexual – y concretamente la educación sexual – presenta grandes variaciones entre sexos, dadas principalmente por la sexualización de la cultura popular, que establece ciertos prototipos, prejuicios e imágenes explícitas de cómo tiene que comportarse, mostrarse y actuar una persona en función de su sexo.

"Mientras los chicos se encuentran con una mayor libertad (y mayor responsabilidad) para explorar su sexualidad, la masculinidad tradicional y la llamada virilidad, las chicas se encuentran ante una doble imposición: asimilar el recato y convertirse en objetos sexuales (cosificación sexual)", apunta el informe, señalando que eso ejerce una presión sobre los jóvenes para adaptarse a los estándares establecidos y no ser penalizados con el rechazo.

Importante descenso de la edad de inicio de consumo 

Esta tendencia se refleja en los datos que han obtenido en el estudio, concluyendo que el 62,5% de los chavales de entre 13 y 17 años consume porno, aunque con importantes variaciones por sexo (el 39% de las chicas frente al 87,5% de los chicos) y la visualización de estos contenidos es, en la mayoría de los casos, individual.

Importante descenso de la edad de inicio de consumo de pornografía.
Importante descenso de la edad de inicio de consumo de pornografía.
Save the Children

Pero uno de los datos más significantes es la importante disminución de la edad de inicio de consumo de pornografía en los últimos años, pues el 53,8% de los encuestados haber accedido por primera vez a la pornografía antes de los 13 años, y un 8,7% antes de los 10 años. No obstante, cabe destacar que los datos varían ligeramente en función de la cultura, la religión, la brecha digital y/o el nivel socioeconómico, que influye en la búsqueda activa de pornografía.

Primer acceso al porno: amigos, Internet, anuncios...

Según destacan los expertos, cómo se produce ese primer acceso es muy relevante en el posterior consumo y la frecuencia. La mayoría de jóvenes (51,2%) ha tenido un primer contacto con la pornografía a través de grupos de iguales (como en generaciones anteriores, pero con la diferencia del canal a través del cual se transmiten los contenidos, ahora únicamente digitales):

  • Que un amigo/a se lo enseñe en su dispositivo (29,8%)
  • Que le hable de ello y lo busque por su cuenta (15%)
  • Que lo reciba a través de grupos de mensajería y redes sociales (6,4%)

Las otras formas son accidentales y menos frecuentes (17,4%), pero también comunes, que propician un primer contacto con el porno son: el cine y la televisión o los anuncios en internet y redes sociales (pop-ups, ventanas emergentes, etc.)

La segunda vía más común es el acceso por búsqueda activa (28,5%), especialmente entre los chicos, "lo que podría deberse a que entre ellos existe mayor aprobación y vínculo con este tipo de pornografía", señala el estudio. Aún así, una vez surge esa curiosidad de buscar por su cuenta, la mayoría de veces el adolescente ya ha sido expuesto a este tipo de contenidos por los anteriores canales. 

"Mientras los chicos consumen una pornografía diseñada para ellos, las chicas lo hacen como método para aprender qué se espera de ellas"

No obstante, la razón que les motiva a continuar con su búsqueda activa varía considerablemente en función del sexo. "Mientras que los chicos consumen una pornografía de consumo masivo que está diseñada para ellos, a través de la cual satisfacen necesidades instintivas, las chicas se adentran en la pornografía como método para ‘aprender’ qué se espera de ellas (gestos, posturas, etc.)" apuntan.

La curiosidad, la búsqueda de referentes y el placer son los motivos principales que llevan a un consumo de pornografía que, en el caso de los varones, es extremadamente elevado: el 82 % de los chicos reconoce que lo ve a diario, mientras que ellas lo hacen de forma semanal o mensual.

Impacto del porno en los adolescentes

El informe analiza también la repercusión que tiene este consumo en los más jóvenes, teniendo en cuenta la falta de capacidad de la adolescencia para ser crítica con la pornografía y comprender que lo que ve es ficción. De hecho, los resultados muestran que acuden a la pornografía como fuente de inspiración: el 54,1% –sobre todo ellos– cree que la pornografía da ideas para sus propias experiencias sexuales y al 54,9 % le gustaría poner en práctica lo que han visto (el 47,4% de ellos lo han hecho).

"El peligro no es que vean pornografía, sino que su deseo sexual se construya sobre cimientos irreales, violentos y desiguales propios de la ficción"

Esto, según advierte la directora de Políticas de Infancia y Sensibilización de la Organización, Catalina Perazzo a EFE es preocupante, pues cuando intentan imitar lo que ven, no siempre solicitan consentimiento precio a su pareja. De esta forma, el 12,2% de los chicos afirma haberlo hecho sin consentimiento explícito de la pareja, frente al 6,3% de las chicas. 

"El peligro no es que vean pornografía, sino que su deseo sexual se esté construyendo sobre unos cimientos irreales, violentos y desiguales propios de la ficción. También es peligroso que crean que su consentimiento, sus deseos y preferencias, o los del resto, no tienen por qué ser tenidos en consideración", afirma Perazzo.

Falta más educación sexual: amplia, real, diversa y sin prejuicios

Estas tendencias, según apuntan, se deben a que la única fuente de información sobre sexualidad para el 30% de los encuestados es el porno. Esto es la consecuencia de la enorme carencia en torno a la educación sexual de los más jóvenes; ya no solo en los centros educativos, sino también en los hogares familiares donde no se habla del tema. 

"Todo educa. Aunque no seamos conscientes la educación siempre está ahí, incluso cuando no hacemos o decimos nada. Por ello, es necesario recordar que las familias también deben involucrarse en la educación afectivo-sexual, como una responsabilidad más de la crianza positiva, sin miedos o prejuicios", señalan en el informe. 

Educación sexual en adolescentes.
Educación sexual en adolescentes.
Save the Children

Además, la educación que reciben en los centros no suele ser suficiente, por lo que consideran que "se debe incorporar un enfoque más amplio, que aborde la afectividad y las emociones, que revise las masculinidades dominantes y la desigualdad de género y, por último, que no deje atrás la diversidad en todas sus vertientes".

"Me ha llegado a llamar una familia de dos mamás porque en la escuela de su hija no se estaba hablando de su modelo de familia", explica una experta en intervención social a la organización.

Elena Omedes
Redactora '20minutos'

Como redactora de Sociedad, sigo de cerca las informaciones de Igualdad, Educación, Sanidad y Derechos Sociales en la sección de Nacional de 20minutos desde 2021. Antes, me curtí durante dos años en la sección de Última Hora y Cierre. Me crié en Barcelona, pasé por Teruel, aunque Madrid es mi casa desde 2013, donde me gradué en Periodismo en la Complutense. Algo melómana y muy feminista, también cuento las historias de quienes tienen menos voz.

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