Salvador Illa: "Es momento de actuar con determinación y tomar el control para doblegar la curva"

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, en su despacho del Ministerio.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, en su despacho del Ministerio.
Jorge París
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, en su despacho del Ministerio.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, en su despacho del Ministerio.
Jorge París

El lunes se reunieron los presidentes Sánchez y Ayuso y ayer se celebró la primera reunión técnica entre los dos gobiernos. ¿Qué espera de estos encuentros?

Se trata de una muy buena noticia. Se ha creado este espacio para reforzar la cogobernanza, en este caso con la Comunidad de Madrid, dada su situación epidemiológica y sus especificidades. En estos momentos, es necesario actuar con determinación y tomar el control para doblegar la curva.

¿En qué situación nos encontramos?

Estamos en una situación preocupante, hay que tener presente que estamos conviviendo con el virus y hay que seguir a rajatabla las indicaciones sanitarias. En el caso de Madrid presenta unos índices de incidencia acumulada muy altos, se han tomado las primeras medidas. Es muy importante seguir todas las recomendaciones y medidas que vaya tomando la autoridad sanitaria.

¿Está España en la segunda ola de la pandemia?

España está con un incremento de casos que se está produciendo en toda Europa, según advirtió la Organización Mundial de la Salud la semana pasada, y que también en España se está produciendo.

¿No la quiere llamar segunda ola?

El nombre es quizá lo de menos, es verdad que hay un incremento de casos. Afortunadamente, no tiene nada que ver con lo que vimos en marzo y abril. En aquel momento detectábamos un 10% de los casos y entonces existió una presión muy importante de los servicios hospitalarios y también un número de fallecidos muy considerable. Hoy estamos viendo un incremento de casos, que no se traduce en una presión hospitalaria, excepto casos puntuales. Ycon u na letalidad muy inferior a la que se registró en aquel momento, en el entorno del uno por ciento.

¿A qué se debe este cambio tan grande de letalidad?, ¿ha cambiado el virus?

La verdad es que no tenemos constancia de que el virus haya cambiado, aunque tampoco podemos descartarlo con rotundidad porque todavía desconocemos este virus. Creo que se debe fundamentalmente a una mejor preparación de todos, de los sistemas de salud, de los sistemas de atención y también de la ciudadanía.

Se podía prever que habría un repunte tras el verano, ¿se hizo lo suficiente para tratar de evitarlo?

Hicimos todos los trabajos de preparación, un decreto de nueva normalidad que establecía las condiciones para poder convivir con el virus. Y el plan de respuesta temprana, que aprobamos con las comunidades el 16 de julio. Se hicieron una serie de preparativos por si se daba el caso de que hubiera un repunte importante.

¿Se están tomado las medidas adecuadas?

Desde que se levantó el estado de alarma hemos ido viendo la aparición de brotes. Los primeros incrementos significativos de incidencia acumulada fueron registrados en Aragón, luego vimos brotes importantes en la zona de Cataluña, en el País Vasco y Galicia, por tanto, se ha ido desplazando. Y, ahora, efectivamente, tenemos unos índices más elevados en la comunidad autónoma de Madrid, donde se han anunciado nuevas medidas. Vamos a ver la repercusión que tienen lasnuevas actuaciones, seguro que va a notarse la evolución.

¿Hay una voluntad de unidad real por parte de todas las administraciones?

Hemos trabajado muy bien con todos los consejeros de Sanidad, hemos sacado adelante cuatro acuerdos. No se ha hecho más que trabajar para buscar siempre los puntos de consenso y de ayuda y de apoyo, no nos hemos enzarzado nunca en una actitud de reproche hacia nadie.

Usted no, pero otros ministros y dirigentes socialistas sí han criticado a gobiernos autonómicos. Y, en dirección contraria, también ustedes han recibido críticas.

La actitud del Gobierno ha sido siempre la misma. Esta es una pandemia que no entiende de colores políticos.En 100 años es la situación más crítica que hemos tenido a nivel de salud pública y a nivel de sanidad y exige de todos un comportamiento a la altura de las circunstancias.

¿Está cumpliendo la ciudadanía con su parte?

La ciudadanía española ha demostrado un nivel muy alto de madurez y, con carácter general, ha seguido de una forma muy notable y ejemplar las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias, aunque siempre haya casos de comportamientos incívicos que son muy minoritarios en nuestro país.

Si se han tomado medidas preventivas y la población ha cumplido, ¿a qué se puede achacar que España tenga los peores números de Europa?

Seguramente es una multiplicidad de factores. En primer lugar hay que tener siempre mucha precaución con las comparaciones internacionales. El número de casos que se tienen depende del esfuerzo de detección que se haga y en España estamos en la banda más alta de número de test hechos. Después están factores como la alta movilidad interna que tiene nuestro país. Y probablemente también el peso que tienen las reuniones familiares. Pero no hay que perder nunca de vista que las pandemias no son situaciones estáticas.

¿Qué quiere decir?

Hemos visto a lo largo de estos meses cómo algunos países que en principio daban unos registros muy buenos y que eran puestos como ejemplo, luego, desgraciadamente, se han encontrado con situaciones iguales o peores.

¿Será necesario cambiar nuestras costumbres familiares de cara, por ejemplo, a las Navidades?

Tenemos que tener una consciencia clara de que, hasta que no haya un tratamiento eficaz o una vacuna eficaz, hay que convivir con un virus que se contagia mucho, que a más movilidad más contagio.Tenemos que tomar precauciones, y esta conciencia la tenemos que tener todos, la sociedad y también las administraciones.

¿Está el sistema sanitario en condiciones de resistir sin colapsar hasta que llegue la vacuna?

La situación en los hospitales no tiene nada que ver con la que vivimos en marzo-abril. Hay ahora un momento de una intensidad muy alta de trabajo en toda la Atención Primaria, que es quizá la trinchera donde estamos jugando ahora la batalla contra el virus.

¿En cuanto a la presión hospitalaria?

El nivel medio en España está alrededor del 9%, aunque con unas diferencias territoriales, como Madrid, que ha superado el 20%. Pero todas las comunidades tienen planes de contingencia para poder incrementar las capacidades asistenciales. Hay que estabilizar el crecimiento de casos mediante la prevención precoz y la vigilancia sanitaria.

Plantea que Madrid está en una situación peor que el resto del país, ¿están todas las comunidades preparadas?

Lo que hemos de hacer es compartir experiencias y tomar nota de las buenas prácticas, pero no entrar en una carrera entre comunidades. Cada una tiene distinta densidad, distinto tipo de población y de actividad económica. En Aragón, Cataluña, Andalucía y Valencia ha habido un seguimiento muy ajustado de qué estaba pasando y una capacidad de responder con la contundencia proporcional a la situación.

¿No se abre a comparaciones?

Hay que tener mucha prudencia y mucha humildad porque hay comunidades autónomas en nuestro país en las que la situación se ha conseguido estabilizar e incluso disminuir, pero no se pueden echar las campanas al vuelo. Son comunidades que hoy están así, pero si las cosas van mal, pueden volver a repuntar los casos, por tanto, nada de bajar la guardia.

¿Cómo se ve desde su posición de ministro de Sanidad la negociación presupuestaria?¿Tiene alguna preferencia a la hora de elegir socios?

El presidente obtuvo la investidura con una mayoría y entiendo que lo lógico es respetar, siempre que se pueda, la mayoría de la investidura.

¿Y si los partidos implicados en la investidura no aceptan?

En caso de que esta mayoría, por la razón que sea, no pueda prestar su apoyo, cosa que no se entendería en una situación tan excepcional, creo que no hay que descartar también mayorías excepcionales. En una situación de este tipo, la ciudadanía lo que quiere es que, conscientes de la excepcionalidad del momento, los distintos actores políticos busquen apoyos que en situaciones normales quizá no se darían.

Cuando le propusieron ser ministro de Sanidad hace menos de un año seguro que no pensó que sería tan intenso.¿Cómo se encuentra?, ¿se arrepiente de haber aceptado?

No me arrepiento de nada. Para mi fue un honor que el presidente del Gobierno me propusiera asumir esta responsabilidad y fui muy consciente de lo que ello significaba. Estoy enfocado y centrado en hacer lo mejor posible mi trabajo.

¿Cierra la puerta a presentarse a la carrera por la Generalitat?

Estoy centrado en lo que estoy haciendo ahora y mis energías y las de mi equipo están puestas aquí.

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