El plan de Sánchez para el millonario fondo de la UE: vivienda, transición energética, industria, turismo y sanidad
- El presidente presenta este martes las líneas maestras de la inversión que se hará con los 140.000 millones de Bruselas.
- La transición energética, la reforma fiscal o los cuidados serán claves en un plan que plantea cambios de calado.
- España comenzará a presentar sus proyectos a Bruselas durante los próximos meses.
La rehabilitación de vivienda, la inversión en energías renovables, la reindustrialización, la digitalización de las administraciones, la mejora de la financiación de la sanidad pública, el fomento del sector cultural o la lucha contra el fraude fiscal. Esas son solo algunas de las áreas en las que el Gobierno quiere que se gasten los 140.000 millones del fondo europeo de recuperación que corresponden a España, y por tanto estarán incluidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que presentará este martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un programa que Moncloa sitúa como la clave de bóveda para la recuperación económica tras la crisis del Covid-19.
Sánchez ha querido dar a este plan una importancia capital, y buena muestra de ello es que en la presentación de hoy estará presente el Gobierno en pleno, así como la patronal, los principales sindicatos y los embajadores de los 27 países miembros de la UE. Los 140.000 millones procedentes de Bruselas son una importantísima cantidad de dinero que el Ejecutivo quiere emplear para comenzar todo un cambio de modelo productivo, y el presidente pretende escenificar hoy que esa cifra estará destinada a políticas para "recuperar nuestra economía para garantizar un crecimiento robusto, duradero e inclusivo".
Aún no se conocen los proyectos concretos en los que se emplearán estos fondos, ya que es durante estos próximos meses cuando el Estado debe empezar a presentar sus propias propuestas –y las que elija de las que le hagan llegar las comunidades, que pueden complemetar con sus propios fondos y con colaboración privada– a Bruselas para que les dé el visto bueno. Pero esos proyectos, como desglosará este miércoles Sánchez, deben encuadrarse en las áreas que el Gobierno considera estratégicas.
Una de ellas es la transición energética. El Ejecutivo promoverá la instalación a gran escala de instalaciones de energía renovable, y además la complementará con la puesta en marcha de programas para la rehabilitación de domicilios, lo que busca actuar contra los problemas de vivienda, reducir el gasto energético y crear puestos de trabajo. También se contemplan inversiones en infraestructuras, tanto para transporte como para conservación de ecosistemas y protección de la costa y las fuentes de agua.
Industria, turismo y pymes
Asimismo, el Gobierno considera imprescindible utilizar los recursos que vendrán que la UE para cubrir las carencias en el modelo productivo que ha evidenciado la pandemia. De ahí que una parte de los 140.000 millones vaya a destinarse a un impulso del sector industrial en España, después de años de desindustrialización que mostraron sus desventajas hace meses cuando, por ejemplo, escaseó el suministro de mascarillas o respiradores.
Pero no solo se articularán programas para la gran industria, sino que también se elaborarán y recibirán proyectos para ayudar a las pymes y para la modernización del sector turístico. Un sector que el Gobierno ya ha alertado en los últimos meses que, en España, peca de tener un bajo valor añadido, y que se quiere hacer menos frágil y más sostenible para salir de modelos como el del ‘turismo de borrachera’ que funciona en varias zonas del país.
El área de los cuidados será otro destino clave para los fondos europeos. El Gobierno quiere usar parte de este dinero en mejorar las capacidades de la sanidad publica y también de servicios como la dependencia, y Sánchez hará mención a la necesidad de garantizar la sostenibilidad de las pensiones.
El plan también contempla la reforma fiscal que el Ejecutivo tiene en su agenda, que aunque no tiene fecha plantea subidas impositivas a rentas altas y grandes empresas. Y los fondos de la UE deberían servir para reforzar los medios de la Agencia Tributaria para luchar contra el fraude fiscal.