El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha encontrado en la moción de censura que le ha presentado Vox un buen comodín político. Este miércoles, optó por atacar con ella a Pablo Casado, porque el PP todavía no ha dicho qué votará, en lugar de afrontar sus críticas por la reforma de la Ley del Poder Judicial. Y la semana que viene dejará pasar el debate y votación en el Congreso, previstos para el 21 y 22, para aprovechar al máximo un trámite del que espera obtener más beneficios que perjuicios. Así, Sánchez y su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, esperarán hasta después para presentar el esperado borrador de los Presupuestos Generales del Estado de 2021.

Este documento plasmará el acuerdo que los dos socios del Gobierno llevan semanas negociando y que será la base para las Cuentas del año que viene. Su presentación ya se ha retrasado varias veces. Primero, iba a ser antes de que terminara septiembre y una vez concluido el mes, en el Gobierno apuntaban a la primera o segunda semana de octubre. Finalmente, no se espera ya antes del 23 de octubre, viernes, con lo que podría postergarse ya hasta la última semana de octubre.

La moción de censura de Vox es, por tanto, la nueva marca temporal para la publicación del borrador de los Presupuestos. Y también lo es un aspecto tan prosaico como que el lugar que Sánchez e Iglesias han elegido para hacer la presentación está en obras. Se trata del Ateneo de Madrid, a dos pasos del Congreso, y en el Gobierno confían que esté todo listo ya la semana que viene, según se les ha asegurado que será.

El acto de Sánchez e Iglesias será una presentación formal del documento que guiará el proyecto de ley de Presupuestos que el Consejo de Ministros aprobará antes de que termine octubre,  según aseguró este martes la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero. Eso son dos martes, el de la semana que viene, día 20, o el de la siguiente, apurando hasta el 27.

Antes de todo esto, el martes de la semana que viene, el Congreso celebrará el debate sobre el techo de gasto y una votación inédita sobre la inédita decisión del Gobierno de no presentar senda fiscal, después de haber anulado para 2021 las reglas de estabilidad presupuestaria.

Prioridad parlamentaria

Cuando el Gobierno lo apruebe, el proyecto de ley pasará al Congreso, donde su llegada paralizará toda la actividad parlamentaria que pueda interferir en su tramitación. Según la Ley de Presupuestos, estos tienen prioridad absoluta en la Cámara, de manera que el proceso empezará sin tardanza. Primero, se presentarán las enmiendas a la totalidad que, si se superan, significará que los Presupuestos empezarán a tramitarse, dando posibilidad a los grupos para que presenten enmiendas.

Este será un paso posterior al que de verdad preocupa a Hacienda, que no ocurra como en 2018 y no prospere ninguna enmienda a la totalidad, que tumbaría el proyecto presupuestario. Se da por descontado que PP y Vox presentarán las suyas mientras el resto de los grupos de la Cámara se han abierto a negociar las cuentas, lo que en principio descartaría que quieran rechazarlas nada más llegar al Congreso.

Para eso, en las últimas semanas distintos ministros han entablado de nuevo contactos con los grupos, entre ellos ERC, convertido en una pieza clave para que salgan los Presupuestos. Sin embargo, desde esta formación señalan que solo se ha hablado de generalidades y que para descartar totalmente una enmienda a la totalidad primero tienen que ver “algo” y de momento no han visto nada, en relación al borrador que Sánchez e Iglesias no piensa revelar hasta después de la moción de censura.