Esta temporada se llevan los maquillajes atrevidos y fuera de lo común. Con la nueva temporada de Euphoria cerca, los looks gráficos, minimalistas y con mucho brillo se han convertido en tendencia.
Lo último en aterrizar ha sido el floating eyeliner, una tendencia que popularizó Twiggy en los 60 y que ha recuperado Lucy Boynton de la mano de su maquilladora Jo Baker. A diferencia del eyeliner tradicional a ras de pestañas, este se encuentra en el párpado fijo, dando la sensación de que flota, de ahí su nombre.
Este tipo de maquillaje agranda el ojo y hace una mirada mucho más interesante y expresiva. Eso sí, solo es apto para aquellos a quienes no les importa llamar la atención.
Aunque parezca imposible de conseguir, ya que a muchos el simple delineado se nos hace bola, todo se consigue con paciencia y práctica, aunque un buen pulso nos hará más fácil el trabajo.
Si queremos que quede perfecto, lo primero es preparar nuestro párpado con un buen contorno de ojos para que no se nos seque y se agriete. Después, aplicar una prebase nos hará conseguir que el delineado destaque y aguante más en nuestro ojo. Esta prebase la sellaremos con una sombra neutra para que el trazo nos sea más fácil y para añadir definición y dimensión.
El siguiente paso es el propio eyeliner. Para esta ocasión lo ideal sería utilizar uno en formato líquido, rotulador o en gel. Una vez elegido el diseño, procederemos a dibujarlo sobre nuestro párpado con el ojo abierto para ver cuál va a ser el efecto.
Para potenciar más nuestra mirada, como último paso aplicaremos una máscara de pestañas que aporte longitud y volumen para dar equilibrio al look, aportando un acabado definido y abierto.
También podemos atrevernos y jugar con los colores para tener efectos y acabados diferentes para impactar más aun si cabe con nuestra mirada.
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