Han sido 20 años de fulgor, velocidad y demasiado ruido. De sueños lúcidos, rotos e ingenuos que quedarán para siempre recogidos en las páginas de los libros. Los fenómenos que ha traído consigo el siglo xxi, muchos de ellos surgidos de los avances en el plano digital, han supuesto cambios cruciales en el ámbito literario, que celebra la resistencia del tradicional formato en papel y continúa adaptándose a las nuevas tendencias en aras de seguir en pie contra todo pronóstico, apostando, como siempre, por la cultura y el conocimiento.

Dicho esto, ¿qué grandes transformaciones ha vivido el sector del libro y qué futuro le espera? Hablamos con Espido Freire (1974), la escritoria más joven —25 años— en ganar un Premio Planeta con su novela Melocotones helados en 1999. La autora bilbaína concibe las dos últimas décadas como un periodo de "cambios enormes que han estado condicionados por varios ejes".

Cambios "esenciales" en el sector del libro

Freire anota tres puntos en concreto que han provocado transformaciones "esenciales" en el sector: "El primero ha sido la impresión a demanda, muchas veces descentralizada, sobre todo en el caso de infantil, que ha hecho que las tiradas puedan ser menores y se reimpriman. Esto provoca que las apuestas por los autores varíen. Y va unido, también, a una globalización del mercado del libro y de los escritores".

El siguiente cambio reseñable ha sido "la irrupción de lo digital", un fenómeno que incluye la llegada del libro electrónico y del audiolibro, que, a pesar de haber entrado con mucha fuerza en España, "todavía está en pañales". Eso sí, cabe destacar que el formato tradicional en papel resiste pese al pesimismo que despertó en su día la llegada de los nuevos soportes.

La Federación de Gremios de Editores en España (FGGEE) recoge que 60.740 títulos fueron editados en papel en 2019, mientras 21.607 fueron digitales. "Tras unos años en los que se produjo un incremento paulatino de la facturación del libro digital, se viene observando una ralentización del crecimiento de estos formatos", señaló el presidente de la asociación, Miguel Barrero, en el último informe sobre el Análisis del Mercado Editorial en España.

La irrupción de Amazon y el auge de la autoedición

El ingreso de Amazon como librería internacional se ha sumado a la competencia con los nuevos espacios y la compra en las grandes superficies. La escritora se fía de la continuidad de las librerías pese a la irrupción del 'gigante'. "Los libreros prescriptores que consigan crear una clientela fiel y fija sobrevivirán. Los otros, es muy probable que vayan cerrando, como ha ocurrido hasta ahora". Las librerías siguen siendo los canales preferidos para los compradores. Estos negocios facturan el 35% de las ventas del sector.

"Los libreros prescriptores que consigan crear una clientela fiel y fija sobrevivirán"

Por otro lado, Amazon también actúa en la impresión y la autoedición de libros. De hecho, en 2007 lanzó su propia plataforma para autoeditarse, una tendencia que ha crecido en los últimos años a pesar de los prejuicios que pueda generar la calidad de los ejemplares. 

Según indican los últimos datos proporcionados por el Observatorio del libro, la cuota de mercado de la autoedición en España es del 7,9%, un porcentaje que podría ascender hasta el 15% si tenemos en cuenta la autoedición invisible, es decir, "aquella sin ISBN que se esconde en las plataformas para autores independientes de las grandes librerías y en algunas editoriales que dan servicio a estos autores".

Un porvenir incierto, halagüeño y a "corto plazo"

Freire contempla el futuro del libro con incertidumbre. No se atreve a afirmar cómo será situación dentro de 20 años: un periodo de tiempo "relativamente corto" será suficiente para apreciar cambios en el modus operandi de los autores y las editoriales. Además, la autora confía en el éxito de subgéneros como la novela histórica, rosa o de terror, así como en las nuevas prácticas que irán surgiendo gracias a la inteligencia artificial y la intertextualidad cibernética. Eso sí, avisa: "El papel no desaparecerá".

"Salvo algunas voces destacadas, puede que la figura del autor se diluya y se convierta en una marca blanca", dice la escritora, que cree que las editoriales "sólidas" se combinarán con "el autor como un generador casi absoluto de su obra, su publicación y promoción". Por otra parte, cada vez se verán más escritores que apuesten por "un contenido de entretenimiento": "Hay una polarización muy alta entre autores literarios y autores que apuestan por unas historias y unas novelas principalmente más accesibles y de entretenimiento".

España tiene un mercado reducido y pocos lectores: solo el 40% lee un libro al año. El mañana será "duro" para los escritores. Y, a pesar de ello, Freire confía: "Soy enormemente optimista". Como dijo un día Carmen Martín Gate: "Mientras dure la vida, sigamos con el cuento". Pues sigamos leyendo, escribiendo, dejando huella. Como hasta ahora, durante 20 años más.