El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha admitido este miércoles las críticas por su presencia en un acto con motivo del quinto aniversario del diario El Español, en el que ha asegurado que se cumplían con las reglas y distancias pero ha querido remarcar que "la mejor distancia es no estar".

En una interpelación de Ciudadanos en el Congreso, ha explicado que solo estuvo en ese acto en representación institucional "el tiempo estrictamente necesario" para "arropar" a uno de los premiados en el acto: las Fuerzas Armadas.

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Tras la entrega del premio, el ministro ha dicho que se fue y ha dado la razón a los "muchos" ciudadanos que no han entendido su presencia en ese acto en el que había más de un centenar de personas pertenecientes a distintos ámbitos sociales. "Es verdad que se cumplían las reglas y las distancias pero tienen razón; fíjense que hasta en los actos que se cumplen requisitos, hasta en esos casos, es mejor evitarlos. El camino es tan solo uno, la mejor distancia es no estar, y todos debemos guiarnos por ese camino", ha afirmado Illa.

Miembros del Gobierno y representantes de varios partidos

Las fotos del evento salieron a la luz este martes y en ellas se ve a varios miembros del Gobierno. Además de Illa, estuvieron presentes el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes; la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el de justicia, Juan Carlos Campo.

Sin embargo, había representantes de varios partidos y de otras esferas de la administración como el líder de la oposición, Pablo Casado, o la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas; Dolores Delgado, fiscal general del Estado. También estuvo presente el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, y la diputada del PP Ana Pastor; José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid, e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y el de Murcia, Fernando López Miras; Teodoro García Egea, secretario general del PP, y Félix Bolaños, secretario general de Presidencia del Gobierno.

Tras difundirse las fotos no tardaron en llegar las críticas desde todos los ámbitos por la presencia de representantes públicos en un acto tan multitudinario -aunque todos ellos han reiterado que se mantuvieron las medidas de seguridad- justo en el peor momento de la segunda ola de coronavirus y con el estado de alarma recién decretado que limita las reuniones sociales a 6 personas e incluye un toque de queda.

Según el diario que organizó la fiesta, que se celebró en el Casino de Madrid, acudieron 80 personas, un tercio del aforo, y se respetaron todas las medidas de seguridad. 

La propia portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, fue preguntada al respecto también este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, y reconoció que era necesaria una "autorreflexión". “Contaba con todas las garantías que se dictaban por la Comunidad de Madrid para permitir ese aforo, aunque toca hacer una autorreflexión para limitar nuestra presencia física en actos públicos”, señaló ante los periodistas.