Barcelona

Barcelona refuerza la atención psicológica pública ante la "pandemia emocional" que sufre la ciudad

Varias personas pasean por Barcelona durante el cuarto día de la entrada en vigor de las nuevas restricciones en Cataluña, el 20 de octubre de 2020.
Europa Press

"Tenemos una crisis de salud mental en nuestra ciudad". Así de contundente se ha mostrado la concejala de Salud del Ayuntamiento de Barcelona, Gemma Tarafa, sobre los efectos psicológicos de la Covid-19 en la ciudadanía, en una rueda de prensa este martes.

Según datos del consistorio, el 48,9% de los barceloneses vivieron como "duro" o "muy duro" el confinamiento domiciliario, y el 15,1% de lo hicieron en soledad, en muchos casos involuntaria. A parte, el 90% de la población admite preocupación frente a la situación actual y el 60% de los jóvenes creen que el virus afectará negativamente en sus vidas. 

Ante esta situación, el Ayuntamiento ha optado por reforzar el Plan de Choque de Salud Mental, que ya impulsó el pasado mes de mayo a causa de la pandemia, con un presupuesto de 1,5 millones de euros. Este plan de choque se sitúa en el marco del Plan de Salud Mental que Barcelona puso en marcha en 2016, lo que la convirtió en la primera ciudad española en tener uno. 

Acompañamiento psicológico

Así, el plan se ha fortalecido con tres iniciativas, que cuentan con la colaboración del Colegio de Psicología de Cataluña: la creación de grupos de acompañamiento al duelo, grupos de apoyo emocional y el incremento de espacios para las consultas dedicadas a la atención psicológica de los jóvenes.

Los grupos de acompañamiento al duelo se podrán en marcha a partir de este miércoles, 4 de noviembre, con reuniones en Ciutat Vella, Eixample y Nou Barris, en espacios adaptados para evitar contagios en el exterior de las bibliotecas. Tanto psicólogos como Ayuntamiento consideran necesaria la medida debido a que en la primera ola de la pandemia hubo un "exceso de mortalidad" en la ciudad de Barcelona, con más de 3.500 fallecidos. "Muchísimas personas no pudieron vivir el duelo como habrían deseado. Ya es duro que muera un ser querido, pero aún más que no le podamos despedir ni gestionar el duelo", ha apuntado Tarafa.  

En cuanto a los grupos de apoyo emocional, se iniciarán el 13 de noviembre en distintos puntos de la ciudad repartidos entre Sant Martí, Sant Andreu, Nou Barris y Ciutat Vella, y estarán abiertos al conjunto de los barceloneses, igual que el anterior.

El refuerzo de espacios de consulta para jóvenes de 12 a 22 años, se realizará de tal forma que a finales de año habrá uno en cada distrito, todos ellos con la presencia de psiquiatras y psicólogos que acompañarán a los usuarios, quienes podrán acudir sin cita previa. Esto se ha anunciado un día después de presentar la Encuesta a la Juventud de Barcelona 2020, que refleja las dificultades económicas, educativas y la negatividad de cara al futuro que sufre esta parte de la población.

Segunda ola marcada por la rabia

"Somos conscientes de cómo están los vecinos y vecinas de nuestra ciudad. En la primera ola teníamos sensación de miedo e incertidumbre. Ahora, a estas sensaciones sumamos angustia, rabia, enfado y tristeza". "El primer paso es visibilizar que ésta es la situación para poder acompañarlo", ha explicado la concejala.

El decano del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, Guillermo Mattioli, ha celebrado la estrecha relación entre los profesionales y el consistorio, y ha señalado la importancia de esta labor: "Ahora es el momento de la respuesta profesional. Los psicólogos saben que un sufrimiento que dura demasiado puede convertirse en un cuatro clínico", ha dicho.

"La distancia física necesaria se convertirá en distancia relacional y el miedo a hacer daño me hará actuar como una bomba humana involuntaria" ha apuntado el experto, no sin matizar que esto no tiene nada que ver con lo que defienden los negacioncitas, quienes asegura "explican todo con una terrorífica simplificación".

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