La ola de esperanza que ha provocado en Europa la victoria de Joe Biden sobre Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos no se extiende de momento entre el sector agroalimentario español ni en actividades como la producción de aceituna de mesa, que en 2019 vio cómo el todavía presidente aplicó aranceles del 25% para la importación a Estados Unidos. Es una medida que de momento está lejos de decaer y que el sector teme que podría agravarse en los dos meses que todavía estará en el cargo hasta el próximo 20 de enero, más ahora con las sanciones de represalia que acaba de imponer Bruselas.

La aceituna se desploma con los aranceles de Trump: 50% menos de ventas y pérdidas de 60 millones

Una vez pasadas las elecciones, la UE acaba de responder con sanciones similares que también afectan al sector agroalimentario de Estados Unidos, permitiendo que los países europeos impongan tarifas del 25% para la importación de sus productos. Esto hace que hace que los productores españoles teman una respuesta aún más grave por parte de Washington, sin la certeza además de que la próxima administración Biden vaya a solucionar una disputa comercial con la UE que dura ya más de una década y tiene su origen en un sector tan distinto como el aeronáutico.

“Trump sigue en el poder hasta dentro de dos meses y nos tememos lo peor, que pueda poner aranceles mucho más elevados, de hasta el 100%, a los productos agroalimentarios”, afirma José Manuel Escrig, adjunto al secretario general de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de la Aceituna de Mesa (ASEMESA). Más adelante, añade, “no tenemos la certeza de que si ahora la UE pone aranceles sirva para que Biden nada más llegar empiece una negociación rápida, no creo que dé prioridad a la aceituna española”.

“Trump sigue en el poder hasta dentro de dos meses y nos tememos lo peor", José Manuel Escrig (ASEMESA)

“Estamos metidos en una guerra comercial que no es la nuestra”, lamenta Escrig en relación a una disputa que tiene su origen en el contencioso por los subsidios de la UE a Airbus y de Estados Unidos a Boeing que la OMC declaró ilegales en ambos casos. En 2019, les afectó de lleno con la fijación de tarifas por parte de Washington al sector alimentario español y, lejos de mejorar, temen que empeore con el paso que dio este lunes la Comisión Europea. Una vez pasadas las elecciones americanas, autorizó a los países de la UE aplicar aranceles por valor de 4.000 millones de euros, del 15% a la importación de productos aeronáuticos y del 25% a productos agrícolas e industriales desde Estados Unidos.

Es la respuesta europea a la imposición de las mismas tarifas por parte de Trump a productos europeos, entre ellos a la aceituna verde de mesa española, que en estos años ha sufrido pérdidas del 20% de su stock y del 30% de exportación, según ASEMESA. El sector  “sigue perdiendo contratos todas las emanas y facturación”, “no puede esperar dos meses” y lo que ha estado pidiendo al Gobierno es que se negocie con Estados Unidos al menos la “suspensión temporal de lo aranceles” que afectan al sector agroalimentario, que no tiene nada que ve en este conflicto.

Negocia Bruselas

Sin embargo, el Gobierno español se inhibe en Bruselas, que es la que dirige la política comercial de la UE en nombre de sus Estados miembros. Mientras, espera que la victoria de Biden amplíe la relación y la cooperación con España y Europa, también en “nuestras relaciones comerciales”, señalaba este martes la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero.

España es uno de los cuatro miembros del consorcio Airbus junto con Reino Unido, Francia y Alemania y desde la imposición de las sanciones por parte de Trump forma parte del grupo reducido que intenta en Bruselas que decaigan los aranceles. ASEMESA cree que España tiene un “sillón con relevancia” en esta cuestión. Pero fuentes del Gobierno insisten en delegar totalmente en las negociaciones que dirige Bruselas, que este lunes se saldaron con una respuesta que no deja nada tranquilos a los productores de aceituna.

En lugar de excluir a los productos alimentarios de la guerra comercial, la Comisión Europea ha respondido apuntando también a este sector en Estados Unidos, permitiendo a los países europeos imponer aranceles igualmente del 25%. ASEMESA teme que Trump todavía tenga tiempo y ganas de responder con medidas más duras mientras asume que Biden no será lo primero que trate de solucionar cuando llegue a la Casa Blanca. En este sentido, recuerdan que aunque el próximo presidente defiende el multilateralismo y el comercio internacional, se presentó a las elecciones prometiendo también el “compra en América”.

La estrategia de Bruselas pasa por presionar a Washington con tarifas a la exportación de sus productos, confiada en que así desista de mantener las suyas a los bienes europeos y decaigan todas las sanciones. Esta este es también el punto de vista del Gobierno español.

"El principal objetivo de estas medidas es convencer a EEUU para que retorne a la negociación", Reyes Maroto, ministra de Comercio.

La ministra de Comercio, Reyes Maroto, recalcó que “el principal objetivo” de aplicar estas medidas es “convencer a EEUU para que retorne a la negociación y evite una escalada en el conflicto comercial, algo que no beneficiaría a ninguna de las partes”. Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, las calificó de “paso en la dirección correcta. Espero podamos acabar pronto con los injustos aranceles que penalizan a las exportaciones agroalimentarias de productos españoles en Estados Unidos”.

Sin embargo, esto no tranquiliza al sector.“Nos preocupa este paso de la UE, nos da miedo la postura de la UE de sancionar a los productos agroalimentarios [de Estados Unidos] por temor a que se tomen represalias”, afirma el portavoz de Asemesa.