Pfizer y BioNTech inaugurarán la era de las vacunas de ARN mensajero

Un técnico de laboratorio de BioNTech, la empresa que desarrolla la vacuna junto a Pfizer.
Un técnico de laboratorio de BioNTech, la empresa que desarrolla la vacuna junto a Pfizer.
© BioNTech SE 2020
Un técnico de laboratorio de BioNTech, la empresa que desarrolla la vacuna junto a Pfizer.

El proyecto de vacuna de Pfizer y BioNTech se situó, el pasado lunes, a la cabeza en la carrera internacional por lograr desarrollar una vacuna frente a la Covid-19 y lo hizo anunciando una esperanzadora efectividad del 90% en los resultados preliminares de su última fase de ensayos clínicos.

Convertirse en la primera vacuna en ser aprobada contra la peor pandemia en un siglo ya sería un hito histórico, pero además, la bautizada como BNT162b2 dará el pistoletazo a una nueva generación de vacunas que no han sido comercializadas hasta la fecha frente a ninguna otra enfermedad: las de ARN mensajero.

Las vacunas tradicionales siguen un mecanismo fácil de explicar. La idea, puesta en práctica por primera vez por Edward Jenner en 1796, es inocular una versión debilitada de un virus que sea capaz de desencadenar una respuesta inmunitaria en el cuerpo del paciente sin llegar a producir una infección grave, pero entrenando al organismo para prevenir futuros contagios.

El problema es que no siempre son efectivas. En el caso del coronavirus, esta técnica no es empleada por casi ninguno de los proyectos más avanzados, que mayoritariamente han optado por inocular solamente la proteína que forma la característica espiga del virus, totalmente inofensiva, pero capaz de generar una respuesta del sistema inmune.

Una respuesta inmunitaria más potente

El proyecto de Pfizer, y el de otras farmacéuticas como Moderna que también emplean la técnica del ARN mensajero, trata de dar un paso más, buscando una mayor efectividad, haciendo que sea el propio organismo el que produzca esta proteína inoculando, solamente, el código genético (ARN) que porta el virus en su interior, protegido simplemente por un lípido.

“Nuestro cuerpo funciona a base de proteínas. Todos los seres vivos tenemos material genético, formado por ADN, que se traduce en ARN, que es el que lleva la información para producir las proteínas de las que estamos hechos todos”, explica Felipe García, investigador principal del proyecto de vacuna española contra la Covid-19 basado en el ARN mensajero del Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer del Hospital Clínic de Barcelona.

La idea detrás de este tipo de vacuna es que, al introducir el ARN del SARS-CoV-2 en las células de nuestro organismo, éstas produzcan la proteína del virus -que por sí sola no supone ningún riesgo- como lo harían si estuvieran infectadas.

“Lo que planteamos nosotros y otros grupos desde hace años es que si pones el material genético, en este caso el RNA, la célula cree que está realmente infectada por el coronavirus. Pensamos que, de esta forma, la respuesta inmunitaria es más potente”, explica García.

"Aunque haya vacunas, debemos seguir con los estudios"

Los resultados anunciados por Pfizer han despertado el optimismo en la comunidad científica sobre el potencial de este tipo de vacunas, que ya habían sido probadas en ensayos clínicos con humanos anteriormente y que la revista Nature definió en 2018 como “una nueva era para la vacunología”.

“Validan la plataforma del ARN mensajero”, sentenció, poco después de que se publicaran los resultados de Pfizer, Anthony Fauci, el principal epidemiólogo del Gobierno de Estados Unidos. “Existen todas las razones para creer que, salvo que ocurra algo extraño, la de Moderna tendrá resultados similares”.

El doctor García también considera que “lo normal” es que el resto de vacunas que se están desarrollando con esta tecnología también funcionen, pero defiende la continuidad de proyectos como el suyo, que darán resultados en un plazo mucho más largo que los de compañías como Pfizer o Moderna.

- ¿Si las vacunas que están más avanzadas funcionan será el final de vuestro proyecto?

- No. Primero porque no sabemos si esta vacuna a largo plazo va a ser protectiva, segundo porque no sabemos si puede tener efectos secundarios o no a largo plazo y la única forma de saberlo es que los estudios continúen. Aunque aparezcan una o dos o tres vacunas eficaces, esto no debe hacer que se paren el resto de estudios de vacunas.

Otros proyectos de Vacuna de ARNm

Moderna. Se espera que la gran rival de Pfizer anuncie sus resultados preliminares en las próximas semanas. Ya ha cerrado acuerdos con Estados Unidos y otros países y se encuentra en negociaciones con la Unión Europea.

CureVac. Este laboratorio almenán también prevé comenzar a producir dosis este mismo año. Llegó a un acuerdo con Tesla, la empresa de Elon Musk, para crear «micro-fábricas» de RNAm para permitir una mayor proudcción de la vacuna. También se encuentra en negociaciones con la UE.

Arcturus. Algo más retrasado va el proyecto que esta empresa estadounidense está desarrollando en Singapur, país con el que ha llegado a un acuerdo de compra de millones de dosis cuando esté lista.

Academia de Ciencias Médicas Militares de China. El país asiático también está desarrollando su propia vacuna de ARNm y comenzó los ensayos clínicos en humanos en junio.
Redactor 20minutos

Escribo reportajes sobre cuestiones sociales desde conflictividad laboral y desigualdad económica hasta tendencias y consumo, con el denominador común de ser historias contadas a través de vivencias personales de sus protagonistas. Anteriormente, he cubierto información local y economía en 20 Minutos y fui corresponsal freelance en Colombia y Reino Unido.

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