Salen a la luz las principales razones de la separación de Olivia Wilde y Jason Sudeikis

Fue hace unos días cuando se supo que Olivia Wilde y Jason Sudeikis ponían fin a una de las relaciones más longevas y admiradas de Hollywood. Tras una década juntos, la directora y el actor decidían separarse, algo que se supo cuando se vio a la también intérprete sin su anillo de compromiso.

Es curioso porque a pesar de llevarla joya desde 2012 ellos jamás pasaron por el altar, pero algo que han sabido varios medios estadounidenses es que su separación no ha sido algo reciente, sino que es una ruptura que se venía fraguando desde hacía varios meses.

Tal y como explica el portal US Weekly, la responsable de títulos como Súper empollonas y el protagonista de Somos los Miller o Cómo acabar con tu jefe se "fueron distanciando con el tiempo", como ha revelado una fuente, que ha dado aún más detalles de las razones de este The End a una historia de amor que ya se entendía como perpetua.

"Han estado separados durante meses, pero lo cierto es que no ha habido ningún drama. Están lidiando con ello como personas adultas. Al final, lo que ambos quieren es criar a sus hijos, Otis y Daisy [nacidos en 2014 y 2016, respectivamente]. Esa es la prioridad para ellos", ha añadido.

"Ambos han conseguido el éxito en sus carreras y tienen varios proyectos en marcha. Nadie espera que se pidan una enorme manutención de dinero o una batalla por la custodia: Olivia tiene una carrera como directora y productora muy prometedora y Jason tiene diversas películas en lista", ha comentado.

Por lo que ha sabido el citado medio, uno de los factores cruciales ha sido que no compartían su idea de hogar, pues el cómico suele pasar largas temporadas en Nueva York mientras que la realizadora, que sí que nació en la Gran Manzana, prefiere el Sol de California.

"Por supuesto que ha habido discusiones y peleas sobre diferentes decisiones profesionales y acerca de dónde vivir. Como la mayoría de las parejas, tenían sus propios desacuerdos, son buena gente pero a Jason le encanta vivir en Nueva York y Olivia se inclina más hacia Los Ángeles", ha dado a conocer la fuente anónima.

"Además, en ocasiones ella estaba mucho más ocupada que él, lo que en ciertas cuestiones era difícil. Sus mentalidades chocaban demasiadas veces y decidieron que era mejor ir por caminos separados. En resumen: que tenían problemas y nunca se iban a casar", ha finalizado.