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El mosso que abatió a cuatro terroristas en Cambrils: "No tuve tiempo de hacer nada más que abrir fuego contra ellos"

El agente de los Mossos d'Esquadra que abatió a cuatro terroristas durante el atentado de Cambrils, perpetrado la madrugada del 18 de agosto de 2017, después del atropello de La Rambla, ha declarado este lunes en el juicio del 17-A y ha explicado que “cuando ya los tenía encima no tuve tiempo de hacer nada más que abrir fuego contra ellos”.

El agente ha relatado que él y una compañera se encontraban ante la entrada del Club Náutico del paseo marítimo de Cambrils, donde se celebraba una fiesta. A la una de la madrugada, el coche ocupado por los cinco terroristas irrumpió a gran velocidad y atropelló a su compañera. Del vehículo comenzaron a salir personas con chalecos con cinta americana que parecían chalecos bomba.

"Vi que uno de ellos venía corriendo hacia mí con un hacha en la mano, gritando 'Allahu Akbar' (Alá es grande). No me dio más tiempo a prepararme y, cuando lo tenía a pocos metros, disparé para abatirlo", ha contado.

"Luego vinieron tres más corriendo hacia mi posición para atacarme. En ese momento, me desplacé corriendo porque no tenía munición en el subfusil. Cogí mi arma reglamentaria y, cuando ya los tenía encima, no tuve tiempo de hacer nada más que abrir fuego contra ellos", ha continuado.

Tras lo sucedido, ha asegurado que se sintió “en estado de shock” con la sensación de que todo había ido "muy deprisa". "Oigo gritos de gente y gente ensangrentada pidiendo ayuda. Vi a varias personas tendidas en el suelo. Me di cuenta mi compañera estaba con la cara ensangrentada y cojeando”, ha explicado. Un ciudadano le dejó el teléfono para llamar y pedir ambulancias y refuerzos, ya que no encontraba la emisora.

Por otra parte, el mosso que ordenó abatir a Omar Hichamy, el único terrorista que quedaba con vida, ha explicado en la sesión de este lunes del juicio que el atacante intentó incorporarse y tocarse el cinturón de explosivos.

En un principio, fueron unos agentes de paisano los que se enfrentaron solos a Hichamy. Este mosso llegó entre los refuerzos cuando el atacante ya estaba herido en el suelo. Ha explicado que el terrorista no obedeció las órdenes de quedarse quieto, levantar las manos y dejar de avanzar hacia ellos.

El agente ha señalado que dispararon tres veces contra Hichamy, ya que intentó acercarse a ellos, incorporarse y tocar el cinturón de explosivos que, en ese momento, no sabían que era falso. "Si hubiera sido real, ni yo ni mis compañeros estaríamos aquí", ha afirmado. También ha explicado que el terrorista alzó el puño en dirección al cielo y, con un dedo extendido, hacía oraciones.

“Yo tenía tiradores preparados por si esa persona se tocaba el cinturón o hacía algo para atentar contra nosotros. Avisé para abrir fuego y quedó inmóvil, neutralizado. Al cabo de un rato, volvió a moverse y las manos volvían en dirección al cinturón. Nuestra posición era límite, no podíamos retroceder porque teníamos un club detrás con gente dentro que como protección solo tenía un cristal y a nosotros. Cuando volvió a intentar tocarse el cinturón, volví a ordenar abrir fuego y ya quedó neutralizado”, ha relatado.

Estrés postraumático

El mosso que abatió a cuatro terroristas ha declarado que aún no ha podido volver al cuerpo y que sigue de baja más de tres años después. También que se le ha reconocido la incapacidad permanente y, pese a ello, no ha sido indemnizado por el Ministerio de Interior o por la Generalitat. Tampoco ha sido reconocido como víctima del terrorismo.

El agente ha contado que sufre un trastorno por estrés postraumático grave y también que ha sufrido varios episodios de depresión "en los cuales me encierro y me intento aislar de todo".

Ha señalado que tiene dificultades serias para dormir y que está tomando medicación. Además, padece una hiperalerta constante cada vez que sale a la calle: "Tengo mucho miedo a que se me reconozca y que vuelvan a atacarme".

Pese a todo, ha indicado que "lo peor de todo es un sentimiento de culpa muy alto por cómo está afectando a mi familia".

"En ese momento pensé que me quedaba allí, muerta"

La agente de los Mossos que fue atropellada en el ataque terrorista de Cambrils también ha testificado este lunes en la Audiencia Nacional. "En ese momento pensé que me quedaba allí, muerta. Cuando me levanté no sabía si era un sueño", ha recordado. 

La mosso ha explicado que estuvo una semana ingresada en el hospital. Tenía un traumatismo craneoencefálico, rotura de tibia y esguince de tobillo. Tres años después aún tiene estrés postraumático por los hechos y recibe atención psicológica y psiquiátrica.

Además, se le ha reconocido una incapacidad permanente. Acualmente, sigue de baja y no trabaja como mosso. "No puedo hacer cosas que hacía antes", ya que tiene que "lidiar con la ansiedad". "Me estresa tener que correr, es como una amenaza para mí", ha dicho. "Cuando tienes niños pequeños a cargo, se pasa mal", ha añadido.

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