Arrancan las obras de Nudo Norte sin cortes al tráfico

Atravesar hoy en día el trenzado entre la Castellana, la M-30 y la A-1 es sumergirse en "un laberinto donde los conductores se cortan en sus trayectorias", apunta el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, quien valora de forma "muy positiva" la remodelación del Nudo Norte que da comienzo esta semana. El Ayuntamiento de la capital arranca la primera de las tres fases de las obras con la que –según Arnaldo– "se va a resolver un problema gravísimo de comunicación que tiene Madrid".

Lo hará sin cortes al tráfico, aunque sí con afecciones puntuales en los márgenes "intentando" que los accesos y traslados de camiones de obra se efectúen desde los viales perimetrales y fuera de la hora punta, apunta el área de Medio Ambiente y Movilidad. De este modo, se comienza a trabajar en los desvíos suministros. Y es que, esta primera fase comprende únicamente las obras iniciales de implantación, es decir, las fases de puesta en marcha de casetas de obra y todas las obras exteriores a los carriles. 

En el comienzo de los trabajos se ejecutará la conexión de la calle Islas Molucas con la calle de Isla de Java, para mejorar la accesibilidad del entorno de la calle Antonio Cabezón, ya que será en esta calle donde se realizarán los primeros desvíos de servicios existentes como el gas, teléfono, y media tensión. Así, quedará finalizada el próximo mes de abril. Igualmente, durante esta primera fase se realizará el desvío de la galería de abastecimiento del Canal de Isabel II, que interfiere con la solución proyectada, y es una de las actuaciones críticas en el desarrollo de la obra.

Por otra parte, será necesaria la reducción de dos carriles a un carril de la salida del Paseo de la Castellana a la M-30, lo que permitirá la ejecución de un nuevo acceso necesario para la obra, en la zona comprendida entre las vías de Adif, el tronco de la M-30 y de la M-11. Dicho acceso permite poder acometer el desvío de otras dos arterias del Canal de Isabel II, la ampliación de la estructura existente sobre las vías del ferrocarril y la ejecución de una nueva estructura, para lo que se hace imprescindible el nuevo acceso. Debido a todas estas actuaciones esta afección sobre la salida del Paseo de la Castellana tendrá una duración de no más de los 18 meses previstos, informan desde Cibeles.

Si los trabajos evolucionan según lo previsto, en mayo arrancará la segunda fase del proyecto. Será el grueso de las obras asociadas a las distintas estructuras, que se encuentran dentro de la huella de los actuales viales principales. Ya en este momento los trabajos tendrán más incidencia en el movimiento de vehículos, puesto que los desvíos proyectados reducirán la capacidad del nudo, advierte el Consistorio matritense.

La tercera fase tendrá lugar una vez ejecutados los pasos inferiores y coincidiendo con los acabados e instalaciones de los mismos. Esta última parte de la obra consistirá en las actuaciones en superficie de fresados, pavimentación, alumbrado y drenaje de los troncos de las vías. Se asemejará mucho a las periódicas obras de mantenimiento y asfaltado que se ejecutan habitualmente y se acometerán en horario nocturno. También se generarán afecciones y desvíos de tráfico puntuales, variables, ordenados y muy acotados en su duración. También en esta fase se rematarán las obras de urbanización de las calles Islas Molucas y Antonio de Cabezón.

Si ahora los madrileños emplean 3,16 minutos en cruzar este atasco en hora punta, en 2022 se ahorrarán un 31% de ese tiempo. En lugar de laberintos, tendrán nuevos pasos y conexiones.