Hace menos de una semana que las Comunidades Autónomas aprobaban, por amplia mayoría, el plan de Navidad ante la Covid-19. Sin embargo, ya son varios los gobiernos autonómicos que califican dicho plan de "documento marco" o meras "recomendaciones" y que estudian cómo endurecer las propuestas con el objetivo de evitar una tercera ola de emergencia sanitaria por coronavirus a partir de enero en sus territorios.
Valencia, Andalucía, Cataluña, País Vasco y Galicia están entre las Comunidades que han dado las primeras señales de estar dispuestas a endurecer las medidas acordadas para Navidad, que implican cierres perimetrales del 23 de diciembre al 6 de enero, con excepción del reagrupamiento de familia y "allegados", ampliación de toque de queda y 10 comensales en las fechas señaladas.
Aunque los gobiernos regionales esperan al final del puente de la Inmaculada para comunicar cuáles serán las restricciones definitivas, y el propio Ministerio de Sanidad ha reconocido que tienen margen para endurecerlas, esto avanzan:
Valencia, reuniones de 6 como máximo
La Generalitat Valenciana quiere cerrar la región desde el 9 de diciembre hasta que pasen las fiestas. "No podemos tener unas Navidades que se conviertan en una cuesta de enero pandémica", alegan. Además, limitará a seis el máximo de personas que podrán juntarse en las principales reuniones sociales. Se espera que el presidente Ximo Puig comunique todas las restricciones antes del miércoles 9 de diciembre.
Galicia repiensa las burbujas
A pesar de que el gobierno gallego aprobó el documento del plan de Navidad en el consejo Interterritorial, horas después el presidente, Alberto Núñez Feijóo, consideraba "un riesgo muy alto" dejar que se junten 10 allegados en un domicilio. Las autoridades sanitarias gallegas insisten en que no se reúnan personas de más de dos unidades de convivientes distintas. Y "lo más seguro" es celebrar solo con las personas con las que ya se comparte techo, insisten.
Andalucía no empleará el término "allegados"
El Gobierno andaluz va a esperar hasta el 10 de diciembre, tras el puente de la Constitución y la Inmaculada, para dar a conocer las medidas contra la pandemia que aplicarán en la comunidad de cara a las fiestas navideñas.
Pero el consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, adelantó hace unos días que no empleará el término "allegado" propuesto por el Gobierno de España, al considerarlo "ambiguo", y en su lugar incluirá el concepto de "reagrupación familiar" para la Navidad, aunque desaconsejándola.
Cantabria no descarta endurecerlas por "seguridad"
La comunidad cántabra se plantea endurecer "por seguiridad" las medidas frente al Covid en Navidad. "El (consejo) Interterritorial marcó unas pautas para la negociación entre las comunidades autónomas y la postura de Cantabria va a ser quedarse siempre en el margen para la seguridad", aseguran en el Gobierno regional, recordando que la región ha vivido un mes de noviembre "terriblemente complicado" en cuanto a la evolución de los contagios.
Cataluña, a la espera de la velocidad de contagio
La Generalitat, que se abstuvo en la votación del documento de propuestas del consejo interterritorial alegando que son ellos quienes deciden las medidas, ya prevé un incremento de ingresos en Navidad y la tercera ola de la pandemia en enero. Con el índice que mide la velocidad de transmisión creciendo estos días imparable en Cataluña, de momento el Procicat ha decidido descartar el plan de desescalada prenavideño, y no se descartan nuevas medidas para Navidad.
País Vasco amaga con endurecer las medidas
El Gobierno vasco ha puesto distancia con el Gobierno central recordando estos días también que las restricciones en vigor en Euskadi estas Navidades serán las que se tomen en Ajuria Enea. Aunque su portavoz de Sanidad dio el visto bueno al plan del consejo interterritorial, tampoco se descarta alguna medida extra, dada la complicada situación epidemiológica, han advertido.
Madrid, partidaria de relajarlas
La Comunidad de Madrid, por contra, piensa que las medidas contempladas en el plan nacional son demasiado restrictivas, pero ha admitido que las acatará. En concreto, Madrid es partidario de no limitar los desplazamientos más allá del puente de la Inmaculada. Y hubiera preferido ampliar el toque de queda y el máximo de 10 comensales también en la noche de Reyes.
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