Carlos Saura: "Hacer cine es lo más excitante que hay en la vida"
- El autor de 'La caza' reflexiona sobre su carrera.
- Estuvo a punto de abandonar tras 'Los golfos', su debut.
- Es uno de los directores más reconocidos de nuestro cine.
- Entrevistamos a Gonzalo Suárez, Vicente Aranda y Mario Camus.
En 1959, que es cuando se hizo
Tenía 27 años, fui profesor 6 años en la antigua Escuela de Cine y ya había hecho un par de documentales. No tenía demasiadas dudas ni en la forma ni en la manera de hacer la pelicula. Estaba preparado y deseando hacer mi primer largo lo antes posible, despues de mis experiencias fotográficas y documentalistas. Sabíamos que teníamos que improvisar sobre la marcha, escribir nuevos diálogos, ahorrar material sensible, cambiar de decorados cuando se nos negaba el permiso para rodar, etc.
Nada más volver de Cannes, a pesar de las criticas elogiosas, especialmente francesas, y que fue invitada a diversos festivales internacionales,
Después de
En una pelicula estan todas las cosas que me gustan: fotografia, interpetacion, una historia que se cuenta, la escenografía, el color, la música... Hacer una pelicula, escribirla y dirigirla es un lujo y una de las cosas más excitantes que conozco en la vida.
Mi curiosidad es grande y amplia, quizás por eso he hecho peliculas sobre generos diferentes. Me he dejado llevar por mis instintos, me gusta la improvisación, una improvisación controlada. Mi vida y el cine corren en paralelo y trato de que cada proyecto sea un paso hacia adelante en mi búsqueda personal. He hecho 40 peliculas, y de alguna manera ellas me representan.
No estoy demasiado al tanto. Me disgusta la frivolidad y la incompetencia, pero eso no es de ahora. Desde que empecé a dedicarme al cine se dijo que el cine español estaba en crisis. Un crítico llegó a decir que los españoles, por su caracter individualista, eran incapaces de hacer una pelicula de calidad... Por suerte todos los años hay varias peliculas españolas estupendas. Si miramos a nuestro alrededor, el cine español tiene un nivel medio más que decoroso.
Depende, en mi caso es la resolución de un intenso trabajo previo que se resuelve en algunas semanas en donde sólo se vive para lo que se hace. Es también el resultado de la imaginación aplicada a la imagen. Ningun arte puede compararse a las posibilidades que ofrece el cine. Su único defecto, tal vez su virtud, es su volatilidad. Aparece y desaparece como un sueño.
No. Los jovenes son más desenfadados y hay más donde elegir. Los mayores son formidables y con los años van adquiriendo un poso que antes no tuvieron.
El cine va a cambiar, está cambiando ya en función de las últimas tecnologías. Ya rodamos con cámaras digitales y montamos con maquinaria electrónica. Todos esos avances ayudan a facilitarnos las cosas. Pero claro, eso no es suficiente, hay que tener la convicción de que en el trabajo que vas a hacer va una parte de tu vida. Yo veo el cine como una apuesta personal, como una aventura llena de riesgos excitantes que hay que superar.
Detesto los estrenos y los exámenes en publico. Hago todo lo posible para no ir a los estrenos. Cuando no tengo más remedio, en un Festival por ejemplo, lo paso muy mal y me pregunto porqué tengo que soportar ese suplicio.
Mi argumento es sencillo: ya hice mi trabajo lo mejor que sabía y es tarde para corregir los fallos. He visto salir a los críticos de las salas indignados en peliculas extraordinarias que más tarde, con el paso de los años, recuperan su sitio en la historia del cine. Yo soy optimista y confío que habra personas en comunión con las peliculas que les ofrezco. Lo peor es plegarse a la moda. Nosotros, y hablo en plural de toda una generación que salió de la Escuela de Cine, hicimos lo que pudimos y renovamos el cine español. Ahora, que cada cual siga su camino con la mayor decencia.
Es algo muy personal. Algunas de las películas que un día nos deslumbraron han envejecido demasiado pronto; otras, por el contrario, han ido ganado con el tiempo. Cuando se busca el éxito inmediato se recurre a las formulas de siempre: dos y dos son cuatro, a los trucos sentimentales. Todavía hay muchos espectadores que valoran una pelicula en función de la cantidad de lágrimas derramadas. Una buen pelicula puede no tener nada que ver con el éxito de critica y público. Los ejemplos en la pintura, en la literatura y en la música así lo confirman. Todos queremos gustar a los demás ¿pero a costa de qué? Yo me conformo con seguir mi camino, con aciertos y equivocaciones, que así es la vida.
No lo sé. Mucho tiempo, supongo. Teniendo en cuenta que hago fotografias, escribo y dibujo, dirijo óperas, viajo... En todo caso hoy es fácil ver una pelicula en tu casa y el catálogo es enorme. Trato de ver una pelicula todos los días, para no perder la costumbre.
No siento nada porque no las veo. Una vez hechas dejan de interesarme. Me gusta trabajar con lo que imagino. Manipular los espejos, los recuerdos, la memoria, las imágenes obsesivas, la música que me gusta.... A pesar de ello creo que hay poco de autobiográfico en mis peliculas. Hay alguna excepción y la que mejor refleja una parte de mi infancia -siempre a través de la imaginación- sería
En cuanto a cambiar, todos cambiamos. Somos varias personas a la vez, ya lo dijo y muy bien Pessoa con sus heterónimos. No somos de una sola pieza. Somos lo que vivimos y la vida está en continua evolución. No es verdad que con los años se vean las cosas más claras, ni más oscuras: se pierde un poco de nitidez y se concentra la memoria. Todos tenemos un cine en el cerebro. Cerramos los ojos y podemos imaginar una historia, o tratar de recuperar las imágenes de nuestro pasado. El cine puede ayudarnos a conocernos mejor y a disfrutar de la sensualidad y belleza que proporcionan las imágenes, y también ver las historias que otros nos cuentan, Pocas cosas hay más hermosas para mi que una buena pelicula.