Gente

Paz Padilla "alucina" con el dineral que gana su hija, Anna Ferrer, como 'influencer'

La presentadora Paz Padilla y su hija Anna Ferrer.
GTRES

Paz Padilla cada vez que mira a su hija, Anna Ferrer, siente esa emoción tan humana del orgullo y algo de miedo al ver cómo se van abriendo camino en la vida por sí mismos, sin necesitar el regazo materno. Pero la forma en la que lo está consiguiendo Ferrer quizá sea demasiado deprisa incluso para su madre.

Quizá sea una especie de sentimiento boomer (la generación nacida entre 1950 y 1970, más o menos) el hecho de sorprenderse cómo los más jóvenes que se van ganando su pan con un nuevo tipo de sudor en su frente: el del enfrentarse, como en el caso de la hija de la presentadora gaditana, a sus estudios, a su empresa y, sobre todo, a sus fans, al mismo tiempo.

La periodista y humorista de Mediaset ha podido comprobar en este año tan nefasto para ella cómo Anna Ferrer ha sido capaz de sacar adelante su relación con su novio, Iván Martín, al mismo tiempo que su carrera como influencer despegaba y aumentaba exponencialmente sin que ello haya sido menoscabo para que haya estado a su lado día sí y día también por los malos tiempos que han sido primero la enfermedad y luego la muerte de Antonio Juan Vidal (de la que ya se han cumplido cinco meses pero al que Padilla sigue hablando mientras medita).

Durante la retransmisión de Sálvame Kiko Hernández le ha preguntado a Paz Padilla si ella le había dado algún consejo sobre su futuro (aprovechando que Belén Esteban acababa de darle uno a Alejandra Rubio, hija de Terelu Campos). Y la conductora del espacio le ha contestado: "A Anna el consejo que le he dado es el que está haciendo, que es el máster".

Porque para la andaluza la formación académica siempre ha sido una condición sine qua non para dejar a su hija volar. Lo que no sabía era que mientras Anna Ferrer acababa la carrera de Economía el año pasado (haciendo la becaría con su madre, algo que no estuvo del todo bien visto) y seguía con el actual máster en Gestión, Dirección y Creación de Producto, el cual pone en práctica con Noniná, la tienda de ropa que madre e hija tienen en Zahara de los Atunes, en Cádiz, iba a estar tan al quite de su futuro por otra rama más.

Y es que a sus 23 años Anna Ferrer, a quien su madre ha alabado por hablar, además de español, inglés, catalán y defenderse en francés, supera los 617.000 seguidores en Instagram, conformándose su papel de influencer como quizá el más importante en su día a día.

"Anna como influencer gana bastante. Yo alucino", dijo su madre, que aún así insta a su hija a seguir estudiando porque, si de algo está ella orgullosa es de verla "evolucionando y creciendo como persona y como mujer". Padilla no niega que "el hecho de ser 'hija de...' te abre puertas", pero no por ello ha educado a su hija para que no se esfuerce y abra sus propios caminos, como parece que está haciendo en sus redes sociales.

loading...