La familia real británica tiene una curiosa costumbre en Navidad. Entre sus miembros no se hacen regalos caros o exclusivos. Todo lo contrario: se hacen regalos baratos y siempre buscando un toque de humor.
Antes de que el príncipe Harry conociera a Meghan Markle y se casara con ella, mantenía una relación muy estrecha con su cuñada, la duquesa de Cambridge, Kate Middleton. Eran tan amigos que, un año, tal y como revela el Mirror, la esposa del príncipe William le hizo un regalo picante a su cuñado, y delante de la propia reina.
Fue hace unos años. Kate Middleton obsequió a Harry con un kit "para hacer crecer a tu propia novia". En realidad se trata de una muñeca de voluptuosas curvas que, al ser sumergida en agua, multiplica por seis su tamaño.
Lo divertido es que la familia real abre sus regalos cuando están todos juntos, por lo que según el Mirror, la anciana reina de Inglaterra estaba presente.
Según este medio, el propio Harry es también muy dado a las bromas. A su abuela le regaló un gorro de ducha con el mensaje: "¿No es perra la vida?".
Incluso la última en llegar, Meghan Markle, se sumó a esta curiosa costumbre. A la reina de Inglaterra le regaló un juguete: un hámster cantarín que le encantó a la monarca. Por desgracia, uno de sus perros lo destrozó al poco tiempo.
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