Cataluña

Crece en un 50% el número de personas en Cataluña que no trabajan ni reciben prestaciones, según un estudio

Campaña de entrega de alimentos a familias vulnerables de la Creu Roja en Barcelona durante el confinamiento por el coronavirus.
EUROPA PRESS/D.ZORRAKINO

El número de personas que no trabajan ni reciben ninguna prestación se ha incrementado en un 50% en Cataluña durante la pandemia, según una encuesta realizada por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y la Fundación iSocial entre usuarios de los servicios sociales.

El estudio 'INSESS-COVID19: Identificación de Necesidades Sociales Emergentes como consecuencia de la Covid-19 y efecto sobre los servicios sociales del territorio' muestra que la pandemia ha impactado tanto en los usuarios como en en los profesionales de los servicios sociales. 

El informe concluye que el 62% de los usuarios ha necesitado ayuda, y el 46% de éstos señala que ha sido alimentaria. Además, el sentimiento de soledad ha aumentado en un 29%. El estudio también apunta a la aparición de nuevos perfiles, nuevas vulnerabilidades y nuevos "desafíos" para los servicios sociales.

"La necesidad tiene nombre de mujer"

Este informe se ha elaborado a partir del resultado de 1.000 encuestas elaboradas por todo el territorio catalán con la implicación de las áreas básicas de servicios sociales. El 67,5% de las respuestas las han aportado mujeres. "La necesidad tiene nombre de mujer", concluye Karina Gibert, catedrática del Intelligent Data Science and Artificial Intelligence (IDEAl) de la Universidad Politécnica de Cataluña · BarcelonaTech (UPC).

Los resultados muestran cómo los servicios sociales han tenido que continuar atendiendo a personas que también sufrieron la crisis económica de 2008, pero que a éstos se han sumado nuevos perfiles, con una afectación nueva y especial entre la gente mayor y las mujeres en general. Además, han irrumpido problemas como la brecha digital, los efectos sobre los trabajadores esenciales o sobre la gestión del tiempo, entre otros.

En el ámbito laboral, y más allá del aumento del 50% de los que no trabajan ni reciben ninguna prestación, ha crecido un 18% el número de personas que trabajan pero reciben una prestación y un 11% las personas que no tienen ningún trabajo ni ocupación. 

Las personas despedidas o que han dejado el trabajo han aumentado en un 78% y un 36% más han reducido su jornada laboral. Además, un 11% asegura que tenía un negocio y que ha tenido que cesar la actividad o ha quebrado.

Al ser preguntados por el futuro, el 51% de los que no trabajan creen que no encontrarán trabajo en enero de 2021. Los motivos que exponen son el cierre de empresas, la edad o la falta de formación para los trabajos ahora más demandados.

Un 49% de los encuestados asegura haber teletrabajado -en enero era un 5% - y un 34% de los que lo han hecho han necesitado apoyo emocional. El 22% de éstos asegura que les ha faltado tiempo de cuidado familiar.

Más demanda de los servicios sociales

En el ámbito de los servicios sociales, el 62% de los encuestados asegura haber necesitado algún tipo de ayuda y el 46% de éstos afirma que ha sido alimentaria. Entre estos últimos, el 64% la ha ido a pedir a su ayuntamiento. Un 12% ha solicitado la Renta Garantizada de Ciudadanía y un 16% ha pedido ayuda psicológica. 

Además, un 52% de los encuestados solicitó ayudas que involucraban prestaciones económicas durante la primera ola de la pandemia. Sin embargo, el 70% de estos no había cobrado la ayuda a fecha de 1 de julio.

El director de la Fundación iSocial, Toni Codina, explica que la Covid está provocando también consecuencias en el ámbito de la vivienda y augura una "eclosión" de problemas una vez finalice el estado de alarma. Los resultados de la encuesta muestran que un 25% han necesidades ayudas para pagar el alquiler y el 27% ha requerido ayuda para pagar los suministros del hogar. Además, un 11% ha necesitado apoyo para pagar tasas y tributos.

Codina ha apuntado que son cifras "todavía moderadas" pero ha insistido en que no sería de extrañar que éstas experimentaran un incremento importante en los próximos meses.

Soledad y aislamiento

Por otra parte, el estudio concluye que se ha incrementado la sensación de soledad y lo ha hecho especialmente en mujeres alrededor de los 60 años y que viven solas y sufren una cierta brecha digital. 

En líneas generales, el 73% de los encuestados cree que la crisis de la Covid-19 les ha aislado, el 41% han requerido apoyo emocional y el 58% de los que tienen discapacidad aseguran que están peor después de la pandemia. 

Lo mismo ocurre entre los que tienen un problema de salud mental, donde un 74% dice que después de la primera ola están peor y entre éstos hay un 5% de nuevos enfermos.

Un 6% de los encuestados aseguran ser víctimas de algún tipo de violencia y el 72% de éstos son mujeres

Un 6% de los encuestados aseguran ser víctimas de algún tipo de violencia y el 72% de éstos son mujeres. Además, un 17% de los víctimas tienen formación universitaria y el 15% marca hasta tres perfiles diferentes de agresores.

En cuanto a la brecha digital, un 48% de los encuestados asegura no tener ordenador, un 77% no tiene tablet y un 28% no tiene wifi. Hay un 4% que no tiene ni móvil. El 19% de los que sufren brecha digital es por falta de competencias, mientras que hay un 15% que es por falta de acceso a los dispositivos.

El estudio muestra también que la Covid hizo que un 27% de los encuestados se quedaran con juicios sin resolver, entre los que había órdenes de alejamiento por violencia machista. En julio, el 81% de estas procesos continuaban sin resolverse.

Afectación sobre los servicios sociales

Por otra parte, Codina explica que el estudio también ha mostrado la "enorme" impacto y desafío que la crisis de la Covid ha provocado en los equipos de atención de servicios sociales. Estos han tenido que afrontar un incremento de la demanda de ayudas, de la tramitación de prestaciones y de gestiones y en un escenario de "graves dificultades" para mantener la intervención con personas "a menudo con necesidades muy graves y muy complejas".

Codina apunta que la crisis de la Covid ha hecho aflorar "muchas carencias" que ya se conocen pero que se han puesto más en evidencia. Añade que esto obligará a acelerar la transformación ya planteada, por ejemplo en el marco del Plan estratégico de servicios sociales 2020-2024 aprobado recientemente. 

El director de iSocial asegura también que serán necesarios "nuevos perfiles profesionales" para atender las nuevas realidades, ya que algunas ya se observaron en la crisis de 2008 pero otras, como la brecha digital o la afectación en los esenciales, son nuevas.

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