Aumentan la plantilla de la Oficina del Padrón por caos en la regularización
Un grupo de 14 funcionarios trabajan ya en la Oficina de Empadronamiento de Alicante para cubrir la demanda de registros provocada por el proceso de regularización de extranjeros iniciado el pasado 7 lunes. Y el próximo lunes se aprueba, además, la llegada de tres auxiliares más.
Con este refuerzo, el Ayuntamiento pretende resolver el caos generado por la invalidación del habitual informe de empadronamiento que se venía expidiendo y del que el Consistorio culpa a la Subdelegación del Gobierno. «Nadie nos ha convocado a ninguna reunión para explicarnos cómo iba a funcionar el proceso y cuáles eran los documentos correctos que teníamos que emitir», afirmaban ayer tanto el concejal de Estadística, Luis Concepción, como el técnico jefe de la oficina, Antonio Arcos.
Ambos se mostraron especialmente preocupados por lo que calificaron el «efecto llamada», y que no es otra cosa que el incremento registrado desde el lunes en el número de inmigrantes que acuden a a la oficina para empadronarse en Alicante, aunque ellos no tengan derecho a regularización en este proceso. «Hemos pasado de empadronar a unos 80 diarios a 1.000 en cuatro días», dijeron.
Además, el error cometido inicialmente con las solicitudes obliga a 3.000 personas que sí pueden regularizar ahora su situación a pedir de nuevo el certificado.
El certificado de la discordia
Igual. Así es el texto que se lee en los dos documentos oficiales que obran en poder de la Oficina de Empadronamiento. En uno, el que se expedía hasta ahora, sólo figura la exigencia de una firma. En el otro, el famoso certificado válido para la regularización, se contabilizan tres firmas. Una diferencia real: burocracia.