Ciencia

Dudas y certezas sobre la nueva cepa de coronavirus de Sudáfrica: ¿en qué se parece a la británica? ¿es más peligrosa?

Galicia ha detectado el primer caso de la variante de coronavirus descubierta en Sudáfrica en España -un hombre de 30 años que había viajado al país que da nombre a la cepa por motivos laborales- . La aparición de dicha variante, junto a las quizás más conocidas británica y brasileña, han encendido las alarmas en todo el mundo por sus características inusuales que las hacen potencialmente más peligrosas que las que se conocían hasta ahora.

Sus nombres -20B/501Y.V1 la británica y 20C/501Y.V2 la sudafricana, según la nomenclatura empleada por el portal especializado Nextstrain.org- no son a priori muy sugerentes, pero ya han logrado poner en jaque a Gobiernos de medio mundo.

Por qué preocupan

La aparición de nuevas cepas del SARS-nCov-2 no es algo extraño. Los virus mutan constantemente y multitud de nuevas variantes aparecen y desaparecen con frecuencia. Pero estas dos últimas parecen reunir ciertas características que las hacen especialmente preocupantes: se transmiten con mayor facilidad, presentan un número inusualmente alto de mutaciones y han evolucionado por separado, algo que sugiere que la proliferación de nuevas variantes con estas características podría no ser un fenómeno extraño.

En los dos casos, las mutaciones que sufren afectan a la proteína espicular -los característicos 'pinchos' exteriores que aparecen en todas las recreaciones del virus- que cumple una función clave en el proceso de acoplamiento entre el virus y la célula que infecta. 

Además, el hecho de que ambas variantes hayan logrado prevalecer en escenarios de alta circulación del virus -y en el caso británico durante una cuarentena nacional- sugiere que estas cepas podrían contar con una ventaja adaptativa frente a otras. 

Las características de la cepa sudafricana
Carlos Gámez

En concreto, la variante sudafricana tiene 23 mutaciones en comparación con el virus originalmente secuenciado, de las cuales 20 causan cambios en aminoácidos (la base de las proteínas) y ocho se localizan en la proteína espicular, clave en el proceso de acoplamiento entre la partícula viral y la célula.

¿Dónde se originaron y en qué países se han detectado?

La variante 20B/501Y.V1 fue detectada por primera vez en septiembre en el Reino Unido y en escasos meses se ha posicionado como la mayoritaria en el país.

Por otro lado, la variante 20C/501Y.V2 se detectó por primera vez en Sudáfrica entre octubre y noviembre en la ciudad de Mandela Bay, al sur del país, aunque se estima que pudo surgir entre julio y agosto en ese mismo lugar, según un preprint publicado por investigadores del instituto Krisp con base en Sudáfrica. 

La variante británica se ha detectado en un total de 70 países (33 de ellos europeos), mientras que la sudafricana en 31 (16 en Europa) según informó la OMS el miércoles. En algunas regiones de Sudáfrica, más del 80% de las muestras del virus procedentes de infectados son ahora de la variante 20C/501Y.V2, según explican dos de los mayores expertos del país en este artículo en The Conversation.

Evolución temporal de las variantes del SARS-nCOV-2 desde Wuhan (parte inferior izquierda) hasta las cepas de Reino Unido (en color verde amarillento en la parte superior derecha) y Sudáfrica (en naranja en la parte inferior derecha)
NEXTSTRAIN.ORG

En qué se parecen y en qué se diferencian

Pese a que ambas comparten una misma mutación en la proteína espicular -denominada N501Y- las dos cepas "son bastante distintas genéticamente" y "hay muchas mutaciones que no comparten", según explica en su cuenta de Twitter Emma Hodcroft, desarrolladora de Nextstrain.com e investigadora en el Instituto de Medicina Social y Preventiva de Berna (Suiza). Lo que sí comparten las dos variantes es que ambas tienen más mutaciones de lo que sería esperable y las concentran en la proteína espicular.

Sin embargo, por el momento no hay datos que avalen que la cepa sudafricana sea más contagiosa que la británica, ni que provoque cuadros más graves de la enfermedad o sea más letal.

¿Son más letales?

Los primeros análisis realizados tanto por el Instituto Krisp de Sudáfrica como por el Consorcio de Genómica de la Covid del Reino Unido afirman que aún no hay información suficiente como para afirmar que estas nuevas cepas puedan afectar a la gravedad o a la letalidad de la enfermedad. 

Lo que sí ocurre es que la mayor contagiosidad que parecen tener las dos variantes multiplica las infecciones haciendo la epidemia más difícil de controlar y causando más muertes en menos tiempo que el virus original. Pero una persona infectada con la cepa original y otra con la británica o sudafricana (siempre que compartan características como edad o patologías previas) tienen las mismas probabilidades de morir.

¿Cómo surgieron?

Por ahora se manejan dos hipótesis principales para explicar cómo pudieron surgir estas dos cepas. Una de ellas postula que, debido a la gran cantidad de mutaciones que han sufrido estas variantes en comparación con lo que es habitual en el SARS-nCoV-2,  las nuevas cepas pueden haberse originado en uno o varios individuos -posiblemente inmunodeprimidos- que han sufrido infecciones largas en las que el virus ha podido generar "mutaciones de escape" a ritmo elevado.

La otra defiende que los elevados niveles de inmunidad en la población en algunas zonas pueden haber presionado al virus y seleccionado este linaje, potencialmente más contagioso.

¿Perjudicarán la vacunación?

A corto plazo no se espera que las nuevas variantes puedan tener un gran impacto a la hora de reducir la eficacia de las vacunas que ya hay en el mercado. Esto se debe a que estas cepas incluyen modificaciones en algunas partes de la espícula, pero las vacunas están diseñadas para reconocer una parte mucho mayor de esta. 

"Las vacunas de Pfizer y de Moderna cogen toda la longitud de la proteína. [El virus] tendría que mutar demasiadas veces y en demasiadas zonas del spike [espícula] para poder hacerlas inefectivas", explicó recientemente a este periódico Marcos López, presidente de la Sociedad Española de Inmunología.

"Es muy poco probable que se reduzca mucho la eficacia de la vacuna. Es posible que se reduzca algo, pero no se reducirá del todo. No se hará ineficaz", dijo, por su parte, Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático y director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Autónoma de Madrid.

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