Colón, Bernardo de Gálvez, Hernando de Soto, Pizarro, Junípero Serra, Alfonso X el Sabio... fueron mudos testigos del asalto de los seguidores del presidente saliente, Donald Trump, a la sede del poder legislativo de los EE UU el pasado 6 de enero: el Capitolio. Las pinturas, relieves y estatuas que salpican este icónico edificio de inspiración neoclásica tienen una buena representación de figuras españolas, muestra de la estrecha conexión que ambos países mantuvieron en el pasado. Ahora esos cuadros, mapas y esculturas asisten a unas jornadas críticas en la historia estadounidenses: la agitada salida de Trump, la investidura de Joe Biden...
Esa relación de aquel país con el pasado español no vive su mejor momento como han demostrado los diferentes derribos de estatuas de personajes hispanos a lo largo del país. No es algo nuevo -ni el derribo de monumentos, que viene de lejos, ni el que sean españoles-, ni tampoco es el único, ni el principal frente abierto sobre la memoria histórica de ese país.
En esta foto de los asaltantes al Capitolio de los EEUU ¡sale nuestro admiradísimo Hernando de Soto! Participó en la conquista del Perú, en la exploración de la Florida y fue el primer blanco en adentrarse en los EEUU profundos. Murió en el Misisipi.
— Álber Vázquez (@Alber) January 6, 2021
Un fuera de serie absoluto. pic.twitter.com/0g9bkvtWEy
La relación entre España y los EE UU es históricamente indudable. En primer lugar, por ser los europeos que primero colonizaron el continente, pero también por habitar, desarrollar y gobernar durante siglos una gran parte del territorio que hoy ocupa EE UU. También España fue indispensable, militar, política y económicamente, para que los colonos pudieran ganar la Guerra de Independencia. Los estadounidenses que construyeron y han ido decorando el Capitolio así lo entendieron.
Este viernes The Hispanic Council, con la colaboración de la Secretaría General de Política de Defensa, ha publicado un informe que sirve de guía por la herencia española presente en el Capitolio, uno de los grandes símbolos democráticos de los EE UU, activo desde 1800.
Imágenes presentes en el mismísimo corazón, físico y simbólico, del edificio, en la famosa Rotonda,lugar donde, por ejemplo, se realizan las pompas fúnebres de las grandes figuras del país, como recientemente ocurrió la jueza Ruth Bader Ginsburg, segunda mujer que llegó al Tribunal Supremo. En ese lugar se encuentran ocho grandes pinturas. Y de ellas, dos están relacionadas con el pasado español: el Descubrimiento del Mississippi por Hernando de Soto, de William Henry Powell, y La llegada de Colón a América, de John Vanderlyn.
Si en esa Rotonda levantáramos la mirada de los cuadros hacia el techo, veríamos el interior de la espectacular cúpula que corona el blanco edificio. Allí se encuentra el friso de la Historia Americana, que refleja 19 grandes hechos del pasado. Cuatro de ellas tienen protagonismo español: la llegada de Colón al continente, el encuentro de Hernán Cortés con el azteca Moctezuma II, Francisco Pizarro señalando el camino a Perú; y, por último, el funeral del explorador Hernando de Soto, cuando su cuerpo es sumergido en el Mississippi.
También en el edificio se encuentran dos grandes puertas de bronce conocidas como Columbus Doors (Puertas de Colón). Instaladas en 1863 y trasladadas de ubicación en 1961, estas puertas cuentan en varias viñetas la vida de Cristóbal Colón desde su presencia ante el Consejo de Salamanca hasta su fallecimiento.
Otro ilustre hispano que observa atentamente la actividad de los legisladores estadounidenses es Alfonso X el Sabio. Su efigie es uno de los 23 relieves en mármol que fueron situados en 1949-1950 sobre las puertas de la galería de la Cámara de Representantes. ¿Por qué aparece el rey castellano allí? Se reconoce su legado jurídico, pues sus famosas Siete Partidas se adoptaron, sufriendo modificaciones, en muchos territorios americanos. "Tras la independencia, las normas españolas que habían regido los territorios no desaparecieron. En EEUU, se pueden encontrar multitud de sentencias que citaban las Siete Partidas en las Cortes Supremas de Louisiana, Texas, Arizona, Nuevo México y California", explica el informe de The Hispanic Council. Alfonso X comparte galería con personajes como Napoleón, Moisés o Thomas Jefferson.
Quizá el legado español más conocido del Capitolio es el retrato de Bernardo de Gálvez, colgado en la sala de honor de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado desde 2014. Comparte posición con ilustres como Jefferson o Washington. Lo cierto es que este reconocimiento por el papel clave del malagueño en la Guerra de Independencia de los EE UU era una deuda que ha tardado 231 años en saldarse: "Los Padres Fundadores de Estados Unidos aprobaron en el Congreso homenajear a Bernardo Bernardo de Gálvez, colgando uno de sus retratos en el Congreso".
No son los únicos rastros españoles presentes en la institución. Las misiones californianas, San Agustín, en Florida, como ciudad más antigua, Bartolomé de las Casas o Junípero Serra salpican en distintas representaciones el edificio. Testigos mudos de la Historia de un país que trata de escribir su presente.
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