El año ha comenzado de manera atípica siguiendo la estela de su antecesor: trayéndonos al inesperado temporal Filomena que ha dejado una nevada histórica en prácticamente todo el territorio. No acaba ahí la cosa, pues acompañando a la borrasca ha llegado una espectacular ola de frío que continúa atacando los hogares de millones de españoles.

El precio de la luz sube un 30% en la primera quincena de enero

Junto al duro frío y el consiguiente aumento del consumo ha llegado una subida del precio de la luz sin precedentes: el coste es un 30% superior si lo comparamos con el mismo periodo del año pasado. Así, son muchos los ciudadanos que, preocupados por la factura, tratan de llevar a cabo algunos trucos que abaraten el recibo y que ha recogido Europa Press.

Una de las recomendaciones principales es mantener la temperatura del termostato a 20 o 21ºC, ya que por cada grado que aumentamos el consumo de energía aumenta hasta un 7%. Además, una de las creencias más extendidas es que si ponemos muy alta la calefacción nuestra casa se calentará antes, lo cual es incorrecto porque lo hace siempre a la misma velocidad.

Relacionado con lo anterior, es aconsejable también mantener las puertas cerradas, de estas manera ayudaremos a las habitaciones a calentarse empleando menos energía. Si es posible, se aconseja programar el termostato para encenderse media hora antes de despertarnos y apagarlo aproximadamente dos horas después para así aprovechar el calor residual.

Por otro lado, otro truco es no colocar muebles, que absorben el calor, ni prendas de ropa, que crean humedad, en el radiador, porque si lo hacemos el calor no llega a todo el espacio y le costará más calentarse.

Una de las estancias en las que más energía consumimos es la cocina debido a que acumula varios electrodomésticos que necesitan estar siempre conectados a la luz. De esta manera, para ahorrar lo máximo posible, es recomendable mantener la nevera a 5ºC, el congelador a -18ºC y utilizar el lavavajillas cuando esté completamente lleno en programas 'eco' y de baja temperatura. 

En cuanto al uso de la lavadora, aconsejan ponerla en una temperatura más baja, lo que podría llevarnos a ahorrar hasta cinco céntimos en cada recibo. Si tenemos secadora, los expertos subrayan evitar su uso, ya que consume mucho, y secar la ropa con un tendedero interior o poniéndola al sol.

En este sentido, recomiendan emplear la discriminación horaria para gastar menos, poniendo en marcha los electrodomésticos que más consumen, como los dos anteriores, a horas en las que su coste es inferior: entre las 22:00 horas de la noche y las 12:00 horas de la mañana del día siguiente.

Otro de los consejos más comunes pasa por utilizar luces LED para iluminar nuestras habitaciones. Este tipo de iluminación emplea menos electricidad y genera menos calor que las bombillas clásicas. Además, son más duraderas ya que pueden llegar a superar las 50.000 horas de uso.

Desenchufar los aparatos que no estemos utilizando puede llegar a reportarnos un ahorro en nuestra factura de hasta 7,45 euros al año, así como reducir hasta 28,5 kg de emisiones de CO2. Existen algunos dispositivos que siguen consumiendo electricidad al estar enchufados, se les conoce como 'vampiros eléctricos', por eso es importante dejar nuestras regletas vacías si no estamos utilizándolos.

Es importante también revisar qué tipo de contrato tenemos y cuánta potencia contratada, porque "si tenemos una potencia por encima de la que nos hace falta, vamos a pagar una cantidad fija superior a la que podríamos pagar teniendo una potencia un poquito más pequeña". También hay que analizar las tarifas, ya que a largo plazo pueden hacernos ahorrar bastante.