Los sacerdotes de la Paloma, la parroquia afectada por la explosión en Madrid, animaban con música a los vecinos durante el confinamiento

Los sacerdotes de la parroquia de la Virgen de la Paloma, cuyo edificio contiguo ha resultado gravemente dañado este miércoles por una explosión de gas que ha causado cuatro víctimas mortales —una de ellas, el párroco Rubén Pérez Ayala— y una decena de heridos, se hicieron conocidos entre sus vecinos, incluso los que no solían ir a misa, por salir a cantar y amenizar desde la puerta de la iglesia y los balcones del edificio ahora destrozado a la hora de los aplausos a los sanitarios durante el confinamiento domiciliario decretado para frenar la primera ola de la pandemia de covid en España, en marzo de 2020.

La cuarta víctima mortal se ha conocido este jueves a primera hora, cuando la Archidiócesis de Madrid ha confirmado que el joven sacerdote Rubén Pérez Ayala, de 36 años, que había sido trasladado al hospital herido de gravedad, no había podido superar las hemorragias causadas por el trágico suceso en el número 98 de la calle Toledo de Madrid.

Es allí donde, durante el confinamiento domiciliario decretado la pasada primavera para frenar la expansión del nuevo coronavirus, los sacerdotes y compañeros del ahora fallecido Rubén Pérez Ayala, salían cada tarde a las 20.00 horas durante la habitual cita para aplaudir y agradecer el esfuerzo del personal sanitario.

Tras los aplausos, el padre Gabriel Benedicto salía guitarra en mano junto a los párrocos de la iglesia, entre los que se encontraba el joven Rubén Pérez Ayala, para cantar y tocar la guitarra. El repertorio comenzaba con el himno de la cuarentena, "Resistiré", y continuaba con diferentes temas que animaban a los vecinos de esta céntrica zona de Madrid.

En el canal de YouTube de la Parroquia Virgen de la Paloma se pueden visualizar todos los vídeos de las tardes que salieron a animar con su música a los vecinos. En un principio comenzaron a las puertas de la iglesia y en ocasiones posteriores optaron por los balcones del edificio ahora destruido tras el trágico suceso.