Fernando Meirelles: "Adaptar a Saramago era la mayor responsabilidad de mi vida"
- Es el director de 'A ciegas', que se estrena hoy en España.
- Es la adaptación al cine de 'Ensayo sobre la ceguera'.
- Entrevistamos en exclusiva a José Saramago .
Ha adaptado Ciudad de Dios, El jardinero fiel y ahora Ensayo sobre la ceguera. ¿Impone más adaptar a un Premio Nobel?
Que mis otras películas sean también adaptaciones es una coincidencia, pero es verdad que adaptar a Saramago me supuso una mayor responsabilidad. Probablemente, la mayor responsabilidad de mi vida.
El productor intentó convencer a Saramago por otros medios, pero como era imposible terminó yendo a Lanzarote a visitarle. Estuvieron dos días hablando y, no sé muy bien cómo, terminaron convenciéndole. Saramago tenía miedo de que se hiciese una película comercial, apocalíptica.
Cuando la vio, se mostró muy emocionado. Hay un vídeo en internet en el que se le ve, después de verla por primera vez, llorando. Yo estaba muy nervioso ante su reacción, que le gustara me puso muy feliz. Y ahora acompaña y en la promoción de la película... Aunque piensa que es muy diferente el trabajo en el cine de lo que él escribió.
En la película, los personajes son más humanos, no son tan en blanco y negro sino más grises. En el libro son malísimos, pero en la película los actores trazan y aportan parte de su propia personalidad y los hacen más humanos. Es algo que se ve, especialmente, en el personaje de Gael, que en el libro es terrible de principio a fin, no cambia, mientras que en la película sí existe una evolución.
Ésta es una historia sobre la naturaleza humana, por lo que quería un reparto multiétnico. Incluímos en el reparto latinos, negros, porque es una historia sobre la humanidad. Yo quería mezclar razas.
Es libro es aún más duro, las situaciones son todavía más extremas. El libre desprende un olor pesado, fuerte. La película es algo más equilibrada, algo intencional. La primera versión era mucho más dura, cuando hicimos el primer pase en Toronto la gente se salía del cine en la escena de las violaciones, así que decidimos cortarla para hacerla más soportable, aunque sigue hablando de una situación extrema.
Soy un lector compulsivo. Saramago es el escritor en portugués que existe, así que en cuanto se publicó el libro en 1995 corrí a la tienda para comprarlo. Al leerlo, me encantó. Me dejó shockeado. En ese momento quería hacer mi primer largometraje, así que me puse en contacto con el editor para intentar adquirir los derechos, pero Jose no quería saber nada del tema. Por eso terminé adaptando
Sí. La incompetencia y la estupidez es parte de las autoridades. Pero en el primer guión hablaba más de ese tema, y sentí que queríamos hablar de demasiados asuntos, y en una película no deben abarcarse tantas cosas, así que eliminamos tanta presencia de las autoridades. En una película no caben tantas ideas.
Sí. Teníamos talleres para entrenar a los extras y a los actores, y me metí varias veces. Nos poníamos vendas en los ojos, antifaces, para todo el mundo. Paseábamos por la calle, íbamos a restaurantes, comíamos sin ver. Hacíamos ejercicios de ciegos. Es una experiencia muy estimulante. Los pensamientos empiezan a cambiar muy rápido cuando no ves. Recomiendo hacerlo un domingo, por ejemplo, pasarse todo el día con los ojos vendados. Estamos muy contaminados por la vista, sin ella percibimos cada movimiento, cada sonido. Mucha gente se deprimía, terminaba llorando después de unas horas sin poder ver. Para muchos era terrible.
Sí. Es el único que puede constatar, en toda su dimensión, lo que somos, y nuestra degradación.