La audiencia probatoria del caso de Pablo Ibar, el español condenado a muerte en EE UU como autor del asesinato de tres personas en Florida, ha continuado este miércoles centrada en las declaraciones del primer abogado que Ibar tuvo en su primer juicio, el cual ha reconocido que no estuvo plenamente capacitado para llevar como es debido la defensa del acusado.
Así, el letrado Kayo Morgan reconoció ante un tribunal de Miami que una enfermedad y los problemas con su esposa, que era drogadicta, mermaron la eficacia de su defensa de Ibar. "Estaba muy preocupado por mi esposa, ella era mi principal preocupación y todo ello distrajo mi atención del caso (de Ibar). Estaba extremadamente afectado física y emocionalmente", dijo.
"Fueron los peores tres años de mi vida y coincidieron con el juicio de Pablo Ibar", afirmó Morgan en respuesta a las preguntas del nuevo abogado, Benjamin Waxman, que pretende se anule la condena porque en el juicio "se violaron los derechos constitucionales" del acusado. Waxman intenta convencer al juez de que Ibar no tuvo una defensa justa.
En la anterior sesión de la audiencia, se contó con el testimonio del experto facial Raymond Evans, quien aseguró que el análisis científico de las imágenes del crimen, grabadas por las cámaras seguridad del local donde ocurrieron los hechos y principal prueba que condenó a Ibar, determina que "la calidad del material recibido era muy pobre" y las "imágenes de baja resolución", por lo que no se puede identificar claramente si quien aparece en el vídeo es Ibar u otra persona.
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