Meghan Markle logra una victoria a medias en su demanda contra la prensa británica: "El mundo necesita noticias contrastadas"

Meghan Markle durante su visita a la Universidad de Johannesburgo, en Sudáfrica.
Meghan Markle durante su visita a la Universidad de Johannesburgo, en Sudáfrica.
GTRES
Meghan Markle durante su visita a la Universidad de Johannesburgo, en Sudáfrica.

En octubre de 2019, tras un viaje oficial a Sudáfrica, Meghan Markle y el príncipe Harry comenzaron su cruzada contra los tabloides británicos. Específicamente, contra la Asociated Newspaper Limited, empresa que engloba medios como el Daily Mail, la web MailOnline o el dominical Mail on Sunday, los cuales han sido bastante beligerantes contra la exactriz, aunque más tarde también anunciaron que dejaban de colaborar en modo alguno con The Mirror, The Sun o Express.

En el juicio, Meghan perdió el primer envite; consiguiendo que las amigas que habían dado una entrevista a la revista People quedasen en el anonimato y no acudiesen a declarar ganó el segundo round... y ahora ha vuelto a vencer (aunque aún no del todo).

El juez Mark Warby de la Alta Corte de Londres ha dado este jueves la razón a Markle después de dos años de litigio en su demanda por violación de privacidad al publicar los medios anteriormente citados la carta que le escribió, en el verano de 2018, a su padre de 76 años, Thomas Markle —quien ahora, por cierto, quiere hacer un documental con el que atacar a su hija—.

El juez entiende que esa misiva tendría que haberse quedado en el ámbito privado dado que esa era "la razonable expectativa sobre el contenido de la carta" que tenía Meghan Markle. Así pues, afirma el magistrado los artículos publicados por el Mail on Sunday son ilegales porque "interfirieron con esa expectativa".

Esa era, precisamente, la defensa del grupo editorial, que alegó que Meghan escribió esa carta siendo consciente al 100% de que sus palabras llegarían a los medios, tanto porque no sería la primera vez que la duquesa filtraba información (algo que ella misma admitió en relación a los autores de su biografía) como por la sospecha de que la carta pudo no haber sido redactada completamente por la esposa del príncipe Harry, sino que tuvo la ayuda de Jason Knauf, quien fuera el secretario de comunicaciones del Palacio de Kensington.

Este último punto es el que ha hecho que los duques de Sussex se lleven un sabor agridulce al leer la resolución del juez Warby. La principal preocupación de los abogados de los royals era que el proceso se volviese mediático, por lo que pidieron al magistrado un "juicio sumario", un trámite que permite que solo estén presentes los abogados en el juicio o, en el derecho anglosajón, que este ni siquiera tenga lugar y el juez tome una decisión desde su despacho en base a las demandas y escritos que posea.

Warby, sin embargo, y aseverando que "debe haber un juicio limitado" dado que no tiene clara su opinión al respecto, ha emplazado al próximo 2 de marzo una nueva vista para determinar su decisión sobre la otra parte de la demanda de Meghan Markle: los derechos de autor de la carta.

La victoria de los duques es, por lo tanto, a medias, ya que no solo existe la posibilidad, como considera el Tribunal, de que Meghan Markle tenga que acudir a Reino Unido, sino que a la demanda contra los tabloides puede añadirse el propio Knauf, algo a lo que le ha invitado el propio juez.

Las palabras de Meghan

Y es curioso, porque esta misma petición, que Knauf fuera al juicio, quienes primero la desearon fueron los abogados de Associated Newspapers, aunque lo que buscaban eran testigos que "arrojaran luz" sobre la posible "estrategia mediática" de Meghan Markle con todo lo referente a la carta.

Para testificar, y "a pesar de sus problemas de salud", se ofreció incluso el propio Thomas Markle, que se sentía "mal representado". "En la carta no decía que me quisiese. No me preguntaba siquiera cómo estaba, ni mostraba preocupación alguna por que hubiera sufrido un ataque al corazón ni se interesaba por mi salud. En realidad constataba el fin de nuestra relación", escribió Thomas en una declaración escrita al juez.

Después de esta sentencia  (al menos en lo tocante a la violación de privacidad), Meghan Markle estaba tan exultante que no ha dudado en emitir una declaración pública con su reacción ante la resolución de la Alta Corte de Londres y mandando un mensaje a futuras publicaciones que busquen hacer noticia su vida privada.

Primeramente, la duquesa de Sussex agradece a la justicia hacer que los medios demandados paguen "sus prácticas ilegales y deshumanizantes", así como desea que este ejemplo disuada a otras cabeceras y siente un precedente legal para "que no se pueda explotar la privacidad de alguien, como el [medio] acusado ha hecho de forma descarada los últimos dos años".

"Estas tácticas (y las de sus publicaciones hermanas, MailOnline y Daily Mail) no son nuevas; de hecho, han estado demasiado tiempo utilizándolas sin consecuencias. Para estos medios es como un juego. Pero para mí, y para muchas otras personas, es la vida real, son relaciones reales y es una muy real tristeza. El daño que han hecho y siguen haciendo es profundo", asegura la duquesa.

"El mundo necesita noticias fiables, contrastadas y de buena calidad. Lo que hacen el Mail on Sunday y sus publicaciones asociadas es todo lo contrario. La sociedad pierde cuando la desinformación vende más que la verdad, cuando la explotación moral vende más que la decencia y cuando las empresas crean su modelo de negocio para beneficiarse del dolor de la gente", argumenta.

"Comparto esta victoria con cada uno de ustedes, porque todos nos merecemos justicia y verdad, y también algo mejor. En particular, quiero agradecer a mi marido, a mi madre y al equipo legal, y especialmente a Jenny Afia [una de sus representantes legales] por su apoyo incansable durante este proceso", finaliza Meghan Markle.

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