Ni movilidad entre provincias ni ampliación de horarios en los bares durante el próximo puente del Día de Andalucía. Y es que la Junta mantendrá en vigor hasta mediados de la próxima semana las restricciones que actualmente rigen en la comunidad y que, en principio, estaba previsto que se levantaran este sábado.

Así lo anunció este martes el presidente de la Junta, Juanma Moreno, que explicó que el Consejo Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto, es decir, el comité de expertos, se reunirá el próximo 3 de marzo a las 18.00 horas, tras el Consejo Interterritorial de Salud que tendrá lugar esa misma tarde. Por lo tanto, las medidas restrictivas en Andalucía quedan prorrogadas, al menos, hasta el 4 de marzo, lo que implica el confinamiento perimetral de la región y de las ocho provincias; el toque de queda entre las 22.00 y las 6.00 horas; el cierre de la actividad no esencial a las 18.00 horas; y reuniones con un límite de cuatro personas.

En el encuentro del día 3, el comité que asesora al Ejecutivo andaluz en la lucha contra la pandemia del coronavirus decidirá si se mantienen durante más tiempo las limitaciones en vigor o si se relajan las medidas. En este sentido, Moreno insistió en que "hay que ser prudentes" y en que serán los expertos los que delimiten "hacia dónde podemos avanzar". Esos mismos expertos son, señaló el presidente, quienes han considerado "razonable y sensato" esperar una semana más para evaluar "con serenidad y sosiego" la evolución de los datos y las posibles medidas a adoptar.

En caso de que la tendencia actual a la baja en la incidencia de la Covid-19 se mantenga, es probable que la próxima semana se pueda tomar "alguna medida positiva", afirmó Moreno, pero siempre "medidas muy prudentes". Y es que el proceso de vacunación, dijo, sigue siendo todavía "lento" y aún se está lejos de ese porcentaje de población vacunada que permitiría una apertura global.

"Estamos con unas ganas locas" de permitir la movilidad, también en el plano de la actividad económica, afirmó el líder del Ejecutivo andaluz, pero "siempre condicionado a un eje básico, que es evitar que podamos tener una cuarta ola". Y es que, recordó Moreno, "lo hemos pasado muy mal en esta tercera ola" y todavía hay una incidencia de fallecidos de casi cien personas en un día, lo que calificó como un dato "muy preocupante". Por ello, confió en que los ciudadanos comprendan las medidas y sean conscientes de que 8.000 personas han perdido la vida en Andalucía como consecuencia del coronavirus, lo que es una situación "gravísima, que requiere desgraciadamente de mucha paciencia, seriedad y tener que asumir las cosas con cierta disciplina".

Además, hizo hincapié en que "no hay ni un solo recurso económico que no se esté movilizando para atender los servicios sanitarios, sociales y educativos", así como para "tratar de ayudar a los sectores económico más perjudicados" por la crisis. Por último, el presidente destacó el comportamiento "exquisito" de los andaluces, en términos generales, durante la pandemia. Y agradeció su trabajo a todos los profesionales sanitarios, a los docentes, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los agricultores y a los servicios esenciales.

Los hosteleros se plantan

Mientras, los hosteleros andaluces aseguran que no pueden más y exigen a la Junta que amplíe tanto los aforos como los horarios de cierre de sus establecimientos de manera inmediata o iniciarán nuevas movilizaciones. "Siempre hemos dicho que la hostelería no es el problema, sino parte de la solución, y debe avanzar hacia la normalización a la par de la mejoría general de la situación", han señalado las diferentes asociaciones del gremio a través de un comunicado.

"Hemos aguantado todo el mes de enero y febrero sin hablar por prudencia, y por la dureza de la tercera ola, pero ya no aguantamos más. La hostelería está arruinada, ya han cerrado el 20% de los negocios, y este porcentaje puede llegar hasta el 40% en el conjunto de Andalucía si no se aplican soluciones ya", ha señalado el presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Antonio Luque, tras reunirse con sus homólogos de todas las provincias. Las restricciones actuales, que les obligan a echar la persiana a las 18.00 horas y a mantener un aforo máximo del 30% en interiores y del 75% en las terrazas, "impiden cualquier recuperación de un sector que ha sido injustamente señalado y sufre hoy día una falta tremenda de ayudas económicas, que tienen que llegar pronto para el sostenimiento de un sector que representa el 7% del PIB andaluz".

También la Confederación de Comercio, Servicios y Autónomos de Sevilla y Provincia (Aprocom) ha reclamado al Ejecutivo andaluz una ampliación de horarios y de movilidad, ya que, aseguran, "el arraigo de costumbres en la población, que no suele desplazarse a mediodía para realizar compras, unido a las restricciones en movilidad, han desembocado en unas tardes baldías, con apenas actividad comercial".  El volumen de ventas durante la pandemia ha caído, afirman, un 50% respecto a 2019, y "no nos podemos permitir ni un cierre más de comercios".