España ha inyectado ya más dosis de la 'debatida' AstraZeneca que de la 'escasa' Moderna

Reparto de dosis de vacunas en España.
Reparto de dosis de vacunas en España.
Reparto de dosis de vacunas en España.

Incluso antes de que su administración hubiera sido aprobada en la Unión Europea, la vacuna contra la COVID-19 de la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca ya generaba polémica. La primera gran controversia estalló en enero cuando la compañía anunció retrasos en la distribución de su suero. A esta, que provocó un profundo malestar de Bruselas, la siguieron las dudas sobre su efectividad en personas de más de 55 años. Ahora, el debate continúa después de que haya trascendido una posible nueva demora en las entregas. En este escenario, una aparente paradoja: las dosis inoculadas de este medicamento ya superan en España a las del de Moderna.

Fue el pasado martes cuando las inyecciones de la vacuna de AstraZeneca administradas en territorio nacional sobrepasaron por primera vez las de Moderna, según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad. La tendencia se consolidó el miércoles, con 166.518 dosis de la primera frente a 138.930 de la segunda. Una evolución que resulta todavía más sorprendente al considerar que el compuesto de la empresa anglo-sueca comenzó a inocularse el 9 de febrero, mientras que la de la farmacéutica estadounidense se aplica desde el 14 de enero.

También la diferencia en el número de dosis conferidas a las comunidades es sustancial: de AstraZeneca han llegado a las diferentes regiones 808.600 y de Moderna, 192.000 -menos de una cuarta parte-. No obstante, ambas están todavía lejos de las cifras de Pfizer, que comenzó a inocularse el pasado 27 de diciembre y de cuyo suero se han distribuido 3.508.245 inyecciones, de las que se han administrado 2.979.230.

Esta situación puede explicarse, en parte, en vista de las cantidades globales adquiridas de cada una de las vacunas, que la UE negoció con las farmacéuticas en nombre de los Veintisiete. Según este acuerdo, está previsto que España reciba aproximadamente 52 millones de dosis del compuesto de Pfizer, 31 de AstraZeneca y 16 de Moderna. Más adelante, cuando la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) dé el visto bueno a nuevos sueros, llegarán a los países miembros medicamentos de otras compañías, cuyos números están todavía por concretar.  

Retrasos en las entregas

Otro de los motivos que han condicionado la aplicación de las dosis y han favorecido la escasez son los retrasos en las entregas por parte de las farmacéuticas. AstraZeneca ya comunicó a la UE en enero que su primer suministro llegaría más tarde y Moderna también ha encadenado demoras en el reparto de su compuesto y reducciones en las cantidades.

En esta línea, cuando la Unión Europea apenas se había repuesto del malestar por el retraso de la primera distribución de la vacuna de AstraZeneca, este martes Reuters aseguró que la farmacéutica solo suministraría la mitad de las dosis comprometidas para el segundo trimestre. La agencia de noticias, que citaba una fuente comunitaria vinculada al proceso negociador, aseguró que la compañía entregaría menos de 90 millones de inyecciones de los 180 firmados.

Sin embargo, este miércoles la empresa ha asegurado en un comunicado que "aspira a cumplir" el contrato suscrito con la Comisión Europea para la entrega de su vacuna contra la COVID-19 en el segundo trimestre. En este sentido, la empresa resalta que está "trabajando" para "aumentar la productividad de la cadena de suministro de la UE y continuar haciendo uso de su capacidad global".

Este primer retraso de AstraZeneca llevó a la UE a aprobar un mecanismo que le permitirá prohibir la exportación de vacunas a terceros países si no se cumple antes con los cupos acordados con Bruselas. Ahora, los líderes de España, Bélgica, Dinamarca, Lituania y Polonia han llamado a aumentar la capacidad de producción de estos compuestos, en una carta dirigida al resto de jefes de Estado y de Gobierno comunitarios.

Diferencias por franja de edad

Otra de las grandes diferencias entre AstraZeneca y Moderna que puede afectar a la velocidad de administración de cada una de las vacunas son los colectivos a los que se aplican. Mientras el suero estadounidense puede inyectarse a cualquier franja de edad, el anglo-sueco se inocula, por el momento, solo a individuos de menos de 55 años. Esto obedece a que en el ensayo de este último fármaco la presencia de personas de avanzada edad era muy escasa, y las autoridades españolas consideran que no hay evidencias suficientes sobre su eficacia en este grupo.

Esta divergencia ha provocado que muchas comunidades hayan reservado el compuesto de Moderna solo para ancianos y apliquen el de AstraZeneca a sanitarios y personas de menos de 55 años pertenecientes a los colectivos que han entrado en esta nueva fase de la vacunación. Entre ellos se encuentran presos, docentes, estudiantes universitarios de carreras relacionadas con la salud, veterinarios, personal de AENA... Además, algunas de las dosis del fármaco estadounidense deben destinarse a la segunda inyección de quienes ya han recibido la primera para completar la pauta.

No obstante, esta estrategia es susceptible de modificación en función de los resultados que lleguen del ensayo clínico que AstraZeneca está haciendo en Estados Unidos con mayores de 65 años. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó hace un par de semanas que el suero anglo-sueco se aplicase también en personas de avanzada edad.

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