'Plandemia', 'cobayas', 'coronacirco'... El año del negacionismo en bucle, una "nueva fe" para calmar la incertidumbre

Manifestación negacionista en Madrid pide libertad
Manifestación negacionista en Madrid pide libertad.
Europa Press
Manifestación negacionista en Madrid pide libertad

"Esto no es covid, es un coronacirco". "Somos cobayas, las vacunas son experimentos sin probar que nos meten rápido. Desde que nos vacunan hay más casos positivos". Estas afirmaciones FALSAS son las que, micrófono y cámaras mediante, pronunció la actriz Victoria Abril este jueves en la presentación de los Premios Feroz de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España (AICE), que se desvinculó rápidamente de estas declaraciones. Tras advertir que sería calificada como "negacionista" o "conspiracionista", la que este año ha sido galardonada con el Premio Feroz de Honor, ha causado una ola de indignación entre la comunidad médico-científica.

No es la primera personalidad pública que defiende en público teorías negacionistas, ya lo hicieron también otros artistas como Miguel Bosé o Enrique Bunbury. "Son gente inculta científicamente. Es como si yo me pongo a hablar de teatro, algo que Victoria Abril hará impecablemente y yo ahí me callo. Sobre ciencia hay que dejar hablar a los científicos", opina Carlos Alonso, el presidente de Farmaciencia, una asociación de farmacéuticos a favor de la evidencia científica.

La actriz defendió este jueves la teoría de la "'plandemia'", un término que combina las palabras plan y pandemia y sostiene que el virus fue creado en un laboratorio -un supuesto que la OMS ni considera entre sus cuatro hipótesis sobre el origen del SARS-CoV-2, el virus que causa la covid-, y afirmó que "desde que estamos vacunando hay más casos positivos, más enfermos y más muertes". Esto es una falsedad, puesto que, por ejemplo, tras vacunar a los residentes y sanitarios de los centros de mayores de la Comunidad de Madrid, los contagios ha descendido un 86%. Y en Israel, el país donde la campaña de inmunización está más avanzada -con unos 9,2 millones de habitantes, 4,6 ya tienen una dosis y un tercio, las dos-, la tasa de contagios ha ido decreciendo en las últimas semanas, y según datos de Sanidad, la mortalidad por covid-19 se redujo en el 98,9% entre los que recibieron la pauta completa tras al menos 14 días.

El exministro de Sanidad, Salvador Illa, ha declarado que las afirmaciones de Victoria Abril son "muy decepcionantes" y "completamente falsas". Tambien el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, ha arremetido contra la actriz , a la que ha espetado: "Ser actriz no asegura equilibrio, ni inteligencia ni sensatez ni conocimiento crítico".

En opinión del doctor Juan Antonio Pineda, médico en el Hospital de Valme de Sevilla y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), las declaraciones de los famosos que se manifiestan negacionistas muestran una "irresponsabilidad extrema", y son "deleznables", pues "no tienen idea del daño que hacen, hay mucha gente que les oye y a los que hacen dudar". Pineda recuerda que la covid-19 ha matado hasta el momento a más 2,5 millones de personas en todo el mundo y "nos va a seguir haciendo daño seguramente durante el año que viene". 

"Cualquiera que comente que las vacunas de la covid-19 no están suficientemente probadas, miente"

Alonso señala que "todo lo que se sale de la ciencia es negacionismo" y Pineda coincide: "cualquiera que comente que las vacunas de la covid-19 no están suficientemente probadas, miente y está haciendo negacionismo". Ambos facultativos defienden que las vacunas se han conseguido en un tiempo récord "porque se han destinado muchos recursos" pero ello no ha supuesto ningún atajo en los controles de calidad y seguridad. "La aprobación por parte de las agencias reguladoras no ha sido automática y, de hecho, aún hay algunas que están completándose", apunta el presidente de Farmaciencia, al tiempo que recuerda que si algunas vacunas causan más efectos que otras es "por el tipo de vacuna" y que, en cualquier caso, estos son "ridículos" comparado con el daño que causa la covid.

Sobre la utilidad de la mascarilla, también cuestionada por Victoria Abril -que no la llevó para la rueda de prensa de la AICE-, Pineda subraya que gracias a esta medida, y al distanciamiento social, "este año no ha habido prácticamente gripe ni catarros, pero el covid desgraciadamente es mucho más transmisible". Agrega el ejemplo de Suecia, que "tuvo que cambiar de estrategia por el número de muertos que estaba ocasionando el intentar conseguir la inmunidad de grupo (sin vacunas)".

El poder de la desinformación

La aparición del nuevo coronavirus disparó en 2020 la desinformación, viralizada a través de las redes sociales, que funcionan con algoritmos diseñados para mantener a los usuarios el máximo tiempo posible ofreciéndoles contenido acorde a sus afinidades. Con la llegada de las vacunas de la covid-19, el movimiento antivacunas, surgido a finales del siglo XIX tras la obligatoriedad de la vacuna contra la viruela en Reino Unido, ha defendido que la población es "cobaya" de un "plan" lucrativo para la industria y que tienen supuestos efectos secundarios peligrosos, entre otros bulos

¿Por qué resultan atrayentes estas teorías negacionistas y conspiracionistas? El psicoanalista y profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), José Ramón Ubieto, explica que "en la vida es difícil ser ateo porque todos necesitamos un sentido que nos oriente en la vida y, en este sentido, la religión es una máquina de producir sentidos. Desde hace unas décadas, los discursos de la religión se han sustituido por los discursos de la ciencia y el desarrollo de la tecnología, que han ido despojando este sentido y dando un carácter más anónimo a las personas. Además, la globalización ha implicado un cierto anonimato y los rasgos de pertenencia han quedado diluidos".

"La gente tiende a refugiarse en supuestas certezas. Estamos asistiendo a un retorno de la religión porque la gente necesita confiar en algo"

El autor de El mundo pos-covid. Entre la presencia y lo virtual (Ned Ediciones) continúa explicando que, dada la "alta incertidumbre" que vivimos actualmente a nivel mundial, "ahora estamos asistiendo a un retorno de la religión porque la gente necesita confiar en algo y las teorías conspiracionistas son una nueva fe, una nueva religión, que supuestamente te lo explican todo: qué hacen los judíos, por qué Hillary Clinton quiere robar bebés, etc.". 

Ubieto abunda que las teorías basadas en conspiraciones y no en pruebas cautivan porque "la gente tiende a refugiarse en supuestas certezas. ¿Por qué 74 millones de personas votan a Donald Trump y por qué unas cuantas de estas se creen cosas que racionalmente son increíbles? Porque necesitan restaurar la confianza en un momento en el que todos los valores se disuelven", señala el psicoanalista en referencia al concepto de la 'modernidad líquida' del fallecido sociólogo Zygmunt Bauman.

Odio y hermandad

En el auge de las teorías conspiracionistas también influyen otros dos factores, detalla el profesor de la UOC. Por un lado, el "necesitar un 'nosotros'" que te haga sentir que perteneces a un grupo: "Transmiten la idea de hermandad, son hermanos en la fe". Este concepto va ligado al "odio", continúa, pues "ese nosotros no es abierto a toda la humanidad, es un nosotros cerrado. Para los negacionistas, quienes están en su contra son los enemigos. El negacionismo es también una patria con sus fronteras y para asegurarse una frontera hay que levantar un muro. Defienden a los de dentro respecto a los de fuera. Por eso el efecto del negacionismo es también la polarización social", concluye.

Desde el punto de vista de Carlos Alonso, estas teorías llaman la atención "porque son fáciles de creer, no te hacen pensar, ni cuestionarte nada, son nichos de rebeldía, de antisistema, de ir en contra de lo establecido, es más fácil decir que no que decir que sí". 

"Ser antivacunas de alguna forma es ser antisistema"

El presidente de Farmaciencia lamenta que "es difícil luchar contra los negacionistas porque, como no tienen argumentos, no quieren argumentos. Queda chulo, de película, pero la realidad no es tan bonita ni tan fácil", considera, al tiempo que aboga por "cultura científica" y lamenta los titulares en los medios de comunicación como los que se recogían este jueves sobre las declaraciones de Victoria Abril, pues cree que son "ponerlas en valor" y "la gente solo lee los titulares". 

Por su parte, Juan Antonio Pineda coincide con Alonso al equiparar los  grupos antivacunas a los grupos antisistema: "Ser antivacunas de alguna forma es ser antisistema".

Preguntado por los profesionales sanitarios que cuestionan las vacunas, el portavoz de la Seimc asegura que "afortunadamente son muy pocos" y entiende que están "indocumentados" o son "malintencionados". Alonso añade que "no por ser médico eres una fuente fiable, hay que ir a las fuentes fiables como NHS de Reino Unido, el Ministerio de Sanidad español, la EMA, la FDA, los CDC...". ¿Y la OMS? "La OMS también pero en último lugar por su carácter político". 

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