La banda australiana de hard rock AC/DC ha llevado literalmente por una 'autopista hacia el infierno' a los miles de seguidores que han llenado hasta arriba las gradas del Palau Sant Jordi de Barcelona la noche de este martes en su vuelta a los escenarios españoles, 9 años después de la última visita de una de las grandes bandas de rock.

A las 21,30 horas han subido al escenario los hermanos Angus y Malcolm Young (guitarristas), Brian Johnson (vocalista), Cliff Williams (bajo) y Phil Rudd (batería) con los acordes de Rock'n Roll Train, el primer sencillo de su nuevo trabajo Black Ice.

Con un amplio despliegue de medios, en el que no faltaron los efectos especiales, las grandes pantallas, una pasarela que llegaba hasta casi el centro del pabellón, una muñeca hinchable gigante y una enorme locomotora de decorado, AC/DC ha dado al público todo lo que esperaba.

Carretera al infierno musical

En las cerca de dos horas que ha durado el concierto, la banda australiana ha ofrecido básicamente sus grandes éxitos, esos que el público se sabe de memoria y que coreaba al compás de brazos y piernas.

En medio del repertorio han incluido cinco de los quince temas que componen su último álbum. También ha interpretado algunos de sus temas más populares como el rotundo Back in Black, Dirty Deeds Done Dirt Cheap, Thunderstruck o The Jack, con el que Angus ha ido desvistiéndose hasta que ha ofrecido al respetable el culo de sus calzoncillos bordados con el acrónimo eléctrico AC/DC.

La despedida no podía ser mejor escogida para contentar a sus seguidores de siempre: You Shook Me, la explosiva TNT, con llamaradas incluidas en el escenario, y ya en los bises, el manifiesto 'isidisiano': Highway to Hell.