En la mayoría de los hogares españoles la clave para conseguir ahorra en la factura de la luz se esconde en la cocina. Es ahí donde hacemos el mayor consumo eléctrico de nuestra casa y ser conscientes de ello, así como hacer un buen uso de nuestros electrodomésticos, puede ayudarnos a disminuir la factura de la luz.

Hábitos del día a día que te ayudarán a ahorrar electricidad

Al menos, si entiendes y controlas tu factura eléctrica tienes claro cuáles son los puntos clave que te pueden ayudar a reducir el consumo de energía en casa:

A todo esto, se puede sumar un detalle más que es en el que nos centramos aquí hacer un buen uso de dispositivos electrónicos, calefacción y electrodomésticos.

Si quitamos la calefacción los grandes consumidores de energía en casa son los electrodomésticos que, normalmente, todos tenemos ubicados en la cocina: estos aparatos suponen un importante gasto en la factura eléctrica y con pequeños trucos se puede reducir. Por ejemplo, resulta importante:

1. No abusar del uso del horno para cocinar. Se trata de uno de los electrodomésticos que más consume. Si se quiere comer sin utilizar excesivo aceite, siempre queda la opción de tener un robot de cocina que pueda prepararlo al vapor, un mini horno (que tarda menos en calentarse y usa menos energía) o preparar la comida en el microondas. Si, aun así, se emplea el horno grande, es recomendable no abrirlo muchas veces durante la preparación porque pierde temperatura y gasta más energía para volver a calentarse.

2. Aprovechar calor residual de la vitrocerámica y el fuego, apagándolo unos minutos antes de que la comida esté lista. O ponerse una placa de inducción que se calienta antes y requiere menos tiempo y consumo para alcanzar ala temperatura deseada.

3. Evitar abrir y cerrar el frigorífico con mucha frecuencia y mantenerlo en una temperatura de 6º para refrigeración y -18º para congelación. Mantenerlo limpio, evitando las placas congeladas e incluir los filtros en nuestras rutinas de limpieza.

4. A la hora de lavar la ropa, poner la lavadora a una temperatura entre 30º y, como máximo, 60º también nos ayuda a ahorrar.

Es importante tener en cuenta que poner programas más cortos en el lavavajillas o en la lavadora no nos ayudan en el propósito de ahorrar energía ya que, en lugar de empelar menos por usarse menos tiempo, usan más para poder cumplir su función en menos tiempo. El programa más corto no siempre es el más económico.