España, el 6 de marzo de 2020: Illa no contempla focos masivos como en Italia y llama a "no caer en alarmismos"

El ministro de Sanidad, Salvador Illa
El ministro de Sanidad, Salvador Illa
DAVID_OLLER_BONILLA
El ministro de Sanidad, Salvador Illa

A medida que avanzaba marzo y España se encaminaba sin saberlo hacia el estado de alarma, el país veía cómo sus casos de COVID-19 aumentaban de manera paulatina y los ciudadanos se debatían entre la esperanza de vencer al coronavirus y el miedo ante lo desconocido. Mientras tanto, el Gobierno lanzaba mensajes de relativo optimismo en los que, como el día 6, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, negaba contemplar un escenario con "focos masivos" de contagio como los que ya diezmaban Italia desde hacía semanas.

Consideraba entonces el ministro que España "tenía posibilidades de contener" la propagación de la COVID-19, aunque no descartó, sin embargo, la posibilidad de que se produjese un empeoramiento de la situación y hubiera que afrontar escenarios más adversos. Illa se expresó así en un Consejo Extraordinario de Sanidad en Bruselas, celebrado para debatir sobre el avance del coronavirus y la coordinación de las medidas de contención y respuesta.

Allí, instó de nuevo a "no caer en alarmismos" y subrayó la necesidad de coordinar a nivel europeo los mecanismos de reacción y alerta. Lo hizo en un momento en el que España había multiplicado sus casos por 1,5 en 24 horas, al pasar de los 237 positivos confirmados de la jornada anterior a los 365 del 6 de marzo. También los fallecidos aumentaban de manera alarmante y alcanzaban los 7, frente a los tres del día precedente, con una especial virulencia entre la población más envejecida.

Mapa con los contagios del 6 de marzo de 2020.
Mapa con los contagios del 6 de marzo de 2020.
DSN

Madrid cierra los centros de mayores

Fue en las residencias de ancianos donde en estos primeros compases de la pandemia el coronavirus encontró las condiciones óptimas para propagarse. La enfermedad se ensañó con los más débiles y, al comprobar el modo en el que la COVID-19 castigaba a este colectivo, la Comunidad de Madrid optó el 6 de marzo por cerrar durante un mes sus 213 centros de mayores sin atención sociosanitaria, como hogares y clubes. Lo ignoraban entonces, pero la clausura sería mucho más larga.

No la siguió en este movimiento el Ministerio de Sanidad, que no consideró necesario cerrar todos los centros de mayores ante la pandemia. De hecho, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, aseguró ese mismo día que, pese a los contagios en estos locales, no era preciso "cambiar ni la vida social ni nada en esos lugares". Estimaba en aquel momento el epidemiólogo que la situación solo requería deciertas medidas "en zonas muy concretas de algunas comunidades".

No obstante, esta no fue la única decisión que la Comunidad de Madrid, que ya en aquel momento era la más afectada, con más de un centenar de casos y cuatro fallecidos, adoptó aquel día. Contrató a casi mil profesionales sanitarios -de los cuales 707 eran renovaciones- y suspendió durante un mes las prácticas de los estudiantes universitarios y de formación profesional en cualquier centro sanitario ubicado en la región, en la línea de otros centras provincias, como Málaga o Valladolid.

Los médicos piden aclaraciones sobre aislamientos y cuarentenas

Por su parte, los médicos comenzaban a vivir inmersos en un frenesí que los acompañaría durante meses y pedían precisaciones sobre el carácter de los aislamientos y las cuarentenas de los pacientes, pues denunciaban que en el protocolo no estaba claro si eran obligatorios o voluntarios.

Todo ello ocurría mientras cada día eran más las autonomías que incorporaban el triaje telefónico y el control en el acceso ambulatorio en sus centros para evitar la difusión del virus.

Escenario mundial

En el panorama internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó esa jornada de que el número de casos totales de coronavirus en el planeta hasta la fecha ascendía a 98.192, de los cuales 80.711 correspondían a China y 17.481 al resto del globo. Asimismo, cifró el número de decesos a causa de la COVID-19 en 3.045 en el gigante asiático y 335 fuera del país. 

Además, se sumaron a la lista de países con algún caso registrado Bután, Camerún, Serbia y Sudáfrica, con lo que el total de naciones afectadas por el nuevo coronavirus ascendía así a 88.

Para hacer frente al paulatino avance de la infección, la OMS publicó el 6 de marzo una hoja de ruta para los investigadores de vacunas, tratamientos y terapias contra la COVID-19, con el objetivo de coordinar los esfuerzos. Además, el director general de la institución, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recomendó a los países que convirtieran la "contención" en su "máxima prioridad".

"Cada día que podamos frenar la epidemia es un día en el que los hospitales pueden prepararse"

"Cada día que podamos frenar la epidemia es un día en el que los hospitales pueden prepararse", subrayó Tedros en una profética intervención que ya preveía la saturación que sufrirían después estos centros. En esa misma jornada, la OMS recalcó la importancia de mantener los encuentros de manera telemática para evitar posibles contagios, antes de que el virus eliminase los desplazamientos casi por completo.

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