Precariedad, omisión, sexismo... la desigualdad en la industria de la música

  • El primer estudio de género de la industria musical en España, presentado por MIM en 2021, revela las desigualdades presentes en el sector.
Eva Amaral
Eva Amaral, durante un concierto en Zaragoza en el año 2019.
GTRES
Eva Amaral

"En la música hay carencias y desigualdades aunque de forma oficial se hayan adquirido los mismos derechos". Fueron las palabras de Eva Amaral a la agencia Europa Press en 2019, pero resumen el panorama al que se enfrentan en el presente las mujeres dentro de la industria musical.

Hace apenas un mes, la Asociación de Mujeres de la Industria de la Música (MIM) hizo público el primer estudio de género de la industria musical en España, calificando como "desesperanzadores" los datos arrojados por el informe.

Gran parte de las mujeres que trabajan en el mundillo sufren condiciones laborales doblemente desfavorables. Además de la precarización existente en el sector, se encuentran con los conocidos techos de cristal: solo un 37% de las empresas en la música están lideradas por mujeres, cifra que baja hasta el 14% en el caso de las discográficas, a pesar de que, según el Ministerio de Cultura y Deporte, en el año 2018 el 45,5% del total de empleos culturales estaban ocupados por mujeres. En la vertiente de creación e interpretación, no obstante, esa cifra disminuye hasta el 19% en el caso de registros en la SGAE.

mujer en la industria musical

  • El perfil principal de trabajadora en la industria musical es el de joven adulta: más del 75% de las encuestadas por MIM nacieron entre 1975 y 1989. Además, suelen tener una alta formación académica y trabajan, en un 78% de los casos, en Madrid o Barcelona.

Brecha salarial 

La precariedad económica de las mujeres es un hecho: el informe recoge que un 70% de las encuestadas cobra menos del sueldo medio español masculino, con un salario medio que ronda los 16.800 euros al año.

Además, los puestos suelen estar sujetos a una alta temporalidad y condiciones muy precarias: un 65% de ellas admite que ha trabajado sin ningún tipo de contrato o remuneración durante al menos un año. Un 35% eleva esa cifra a entre uno y tres años. Normalmente, estos trabajos requieren más tiempo que una jornada laboral estándar. 

Un clima laboral dañino 

Más allá de la equiparación en puestos y salarios, el estudio revela que las mujeres trabajadoras de la música viven un ambiente laboral discriminatorio con un alto grado de actitudes sexistas. Casi el 16% de las encuestadas por MIM aseguran haber sufrido juicios verbales ofensivos en forma de ridiculización, críticas sexistas, vejaciones o insultos; el 5,9% declara haber sufrido acoso laboral; y en un 1,49% de los casos, este ha derivado en abusos o agresiones sexuales.

La industria musical es un sector que se sostiene en los contactos informales, y las mujeres tienen más dificultades para entrar en esas dinámicas de networking. Esa falta de valoración y dominancia lleva a una menor visibilidad y aleja al sector femenino de puestos de responsabilidad.

Estas mujeres están marcadas por la existencia del llamado suelo pegajoso o sticky floor, con puestos fijos y falta de promoción. A esta inmovilidad se suman además factores como la conciliación laboral o la corresponsabilidad desigual.  

Ante estos datos, desde MIM llaman a la acción: apelan a la formación, la transparencia de información y el networking entre mujeres como claves para transformar su realidad en la industria. MIM se disolverá, afirman sus artífices, cuando lleguen a una industria "donde hombres y mujeres tengan el mismo tratamiento, los mismos salarios, las mismas oportunidades y posibilidades".

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