Sánchez ordena que no haya "bronca" en la coalición por el 8-M y lo celebrará en un acto en Igualdad con Montero

  • Como el año pasado, los ministros socialistas y los de Unidas Podemos conmemorarán el día por separado.
  • El presidente entre dos aguas: comparecerá junto a la ministra de Igualdad sin pretender menospreciar a Calvo.
Pedro Sánchez y Carmen Calvo, en el Congreso.
Pedro Sánchez y Carmen Calvo, en el Congreso.
Ballesteros
Pedro Sánchez y Carmen Calvo, en el Congreso.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tocado a rebato entre la 'parte socialista' del Gobierno para llamar a la calma y evitar que, como casi cualquier cuestión últimamente, el 8-M se convierta en una "bronca" con el otro socio de la coalición, Unidas Podemos. Mientras los ministros socialistas y morados organizan, cada uno por su lado, actos para celebrar entre los 'suyos' el Día Internacional de la Mujer, el presidente ha decidido acudir al acto que organizará este lunes el Ministerio de Igualdad.

Allí estará junto a la ministra Irene Montero, que prácticamente desde el año pasado vive en continua confrontación con la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y también con el ministro de Justicia, el también socialista Juan Carlos Campo, primero por el borrador de la ley de libertad sexual y ahora, por sus planes para abordar la 'ley Trans'.

Sánchez  asistirá al acto institucional de Igualdad, donde como Montero, intervendrá antes de la lectura de textos de autoras feministas y testimonios sobre cómo condiciona ser mujer. La presencia de Sánchez junto a la ministra no es en absoluto casual y con ello el presidente quiere ser el primero en asegurar la calma en el 8-M que ha pedido a vicepresidentes y ministros socialistas, para no confrontar con Unidas Podemos en un da al que su Ejecutivo da una especial importancia. Tanto es así, que en Moncloa esperan que el inicio de la semana sea tranquilo, gracias a esta llamada a la paz que ha hecho el presidente.

Sánchez quiere así poner de su parte y está por ver si también los morados contribuyen a 'bajar' el soufflé o aprovechan para interrogar al presidente por uno de los temas más controvertidos que hay ahora mismo dentro de la coalición, la 'ley Trans y la espinosa cuestión de la autodeterminación de género, que defienden los morados y contra que se revuelven buena parte de los socialistas. Hace unos días, la secretaria de Estado de Igualdad y para la Violencia de Género, Noelia Vera, reclamó al presidente que "se pronuncie" sobre este proyecto legal y este lunes se verá si en Igualdad se le insiste sobre esta cuestión.

Entre los flancos más débiles de esta estrategia de apaciguamiento está Calvo y su oposición a los proyectos legales que llegan desde el departamento de Montero -en especial y por cercanía en el tiempo, de la 'ley Trans-, que en el Gobierno se achaca abiertamente a su malestar por haber dejado de ser también ministra de Igualdad cuando el Gobierno de Sánchez pasó de monocolor a ser una coalición. Por eso, igual que se asegura que el acto de Sánchez con Montero tiene toda la intención -de calmar los ánimos- desde el Ejecutivo se subraya también que su presencia en Igualdad no debe entenderse como un menosprecio a la vicepresidenta.

El presidente llega al 8-M basculándose entre estas dos posturas que se dan dentro de su Ejecutivo y, según apuntan fuentes del Gobierno, ha decidido que no quiere que el Día Internacional de la Mujer se convierta también en motivo de enfrentamiento dentro de su Gobierno "feminista". 

De momento, ya se ha logrado salvar la discrepancia relativa a las concentraciones por el 8-M, que no se celebrarán en Madrid después de prohibirlo la Delegación del Gobierno. Días antes, sin embargo, fuentes del Ejecutivo dieron muestras de haberse alcanzado un consenso entre los dos socios de la coalición al asegurar que ningún ministro acudiría a manifestaciones o concentraciones como las que el ala socialista -la ministra de Sanidad y la de Hacienda y portavoz- llevaban días desaconsejando.

Esta postura común ya es más de lo que ocurrió el año pasado, si bien en circunstancias radicalmente distintas, cuando ministros socialistas y morados se manifestaron por separado el 8-M. En todo caso, será hecho aislado en a celebración del Día Internacional de la Mujer por parte de los miembros del Gobierno.

Ministros socialistas y morados ya empezaron esta semana a celebrar el 8-M por separado. El jueves y viernes tuvo lugar unas jornadas sobre igualdad organizadas por el Ministerio de Justicia que clausuró Calvo y donde la más alta representación del Ministerio de Igualdad fue la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell.

A la misma hora que Campo inauguraba este seminario, Montero acudía a la sede de CCOO para indicar que como miembro del Gobierno está obligada a acatar la decisión de Delegación del Gobierno de prohibir las concentraciones en Madrid pero para advertir también del "señalamiento" y el intento de "criminalización" del movimiento feminista.

Este lunes, Calvo Calvo participará en la presentación en el Senado de la reedición del libro “Las mujeres parlamentarias en la Legislatura constituyente”. Junto a ella, estarán las presidentas del Congreso y del Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop. La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, inaugurará una jornada virtual organizada por su Ministerio sobre “Mujeres líderes: por un futuro igualitario y sostenible”, donde tampoco está prevista la participación de ningún representante de Unidas Podemos.

De la misma manera, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también celebrará el 8-M con un acto propio de su esfera de sus competencias, un evento de la Organización Internacional del Trabajo sobre igualdad en el Trabajo. Salvo cambios de última hora, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, no tiene previsto ningún acto por el 8-M. Mantendrá un perfil bajo, apuntan en Podemos, para no restar protagonismo a Montero, que recibe visita del presidente del Gobierno.

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