Por qué no deberías darle pelotas de tenis a tu perro

Imagen de un perro con una pelota de tenis en la boca.
Imagen de un perro con una pelota de tenis en la boca.
JAMES O'GORMAN / WIKIPEDIA
Imagen de un perro con una pelota de tenis en la boca.

Es uno de los juguetes más habituales para perros: la pelota. Debido a su accesibilidad y su color, que suele destacar sobre cualquier fondo, las de tenis son muy habituales entre los dueños de canes. Pero cuidado, porque pueden perjudicar a la salud de nuestra mascota.

Tal y como recoge Gizmodo, el principal riesgo de la pelota de tenis es que no es suficientemente resistente a las mordidas de tu perro, por lo que cabe la posibilidad de que se rompan y se trague partes de la pelota.

Incluso la pelusa que la recubre puede provocar problemas, como una oclusión intestinal. Además, las pelotas contienen sustancias químicas que pueden ser perjudiciales para tu perro si las ingiere.

Para sus dientes, además, es también malo. Masticar estas pelotas de tenis puede suponer también la abrasión del esmalte de los dientes del perro, a lo que hay que sumar el riesgo de asfixia si se tragan la pelota.

"Es probable que una pelota de tenis contenga trazas de plomo junto con un montón de otros materiales tóxicos", dice además la asociación Animal Dental Care, citada por Gizmodo.

Así las cosas, ¿cuál puede ser la alternativa? Gizmodo recoge los consejos de Preventive Vet, según los cuales los juguetes de los perros deben ceder un poco, ya que si son demasiado duros pueden dañar la dentadura de los perros, pero tampoco demasiado blandos como para que se rompan, porque suponen riesgo de asfixia (por eso los peluches están desaconsejados).

Además, hay que vigilar el recubrimiento, porque pueden afectar al estómago del perro, y también el tamaño: si son demasiado pequeños pueden hacer que el perro se atragante, mientras que si son demasiado grandes pueden quedarse encajados en las fauces del animal.

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