Tecnología

Cómo evitar que te espíen con las extensiones de Chrome

Según Awake Segurity, los usuarios de Internet instalan cerca de 33 millones de malware en 3 meses
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¿Cuántas veces usas Google al día? Según Statcounter, el 64% de las personas que tienen acceso a Internet utilizan su navegador para buscar datos, esto se traduce a 2.000 millones de usuarios. Sin embargo, según un estudio de Awake Security, los usuarios se descargan 33 millones de software maliciosos (malware) en solo 3 meses.

Los malware pueden llegar a espiar la actividad online y acceder a contraseñas o datos personales, entre otros. Algunos vienen de las propias extensiones de Google Chrome que, aunque la mayoría son inofensivas, otras son usadas para espiar. Google explica que está trabajando para que esto no ocurra y que normalmente retira estas extensiones en cuanto las detecta, pero muchos usuarios pueden caer en alguno todavía.

Antes de instalar una extensión en Chrome, los usuarios deben ser muy cuidadosos y cerciorarse de que no va a caer en una trampa. Para que no caigas en ellas, desde aquí te damos unos consejos que puedes seguir:

Consulta las valoraciones y reseñas

Si una extensión tiene pocas valoraciones, es conveniente no instalarla porque no se cuenta con datos externos suficientes, pero si todas sus opiniones son negativas, no deberíamos ni pensar en la posibilidad de tenerla.

También es un problema que todos los comentarios tengan 5 estrellas o que varias reseñas estén escritas por una misma persona. Por otro lado, si el desarrollador responde a las valoraciones es algo positivo.

Quién es el creador de la extensión

Antes de instalar cualquier extensión es muy importante comprobar si quien la ha creado es una página oficial. Los malware suelen ser de extensiones de fuentes no oficiales.

Algo a tener en cuenta sería que las extensiones tengan una forma de contactar directamente con el desarrollador y que este sea oficial.

La fecha de la última actualización

Una extensión antigua puede suponer más problemas de seguridad. Por eso, antes de probar cualquier extensión de Google Chrome deberíamos comprobar la fecha de su última actualización.

Buscar en el navegador

Si la información proporcionada a través de la extensión no es suficiente, podemos recurrir al buscador de Google. Allí, habrá enlaces externos a valoraciones de la app más detallados o accesos directos a mensajes negativos o positivos en redes sociales sobre el servicio.

La política de privacidad

No debemos caer en el error de aceptar la política de privacidad sin leerla, ya que es ahí donde la extensión te avisa de todo lo que puede hacer la extensión en el navegador. 

Si no quieres leerte todo el documento, basta con buscar palabras concretas como ‘data’, ‘collect’, ‘track’ o ‘personal’. Con buscar esas palabras, ya sabremos si estamos cediendo nuestros datos o permitiendo que nos espíen a través de la extensión.

Los permisos

Al igual que pasa con la política de privacidad, nadie se lee los permisos que vienen una vez instalada la app. Eso es un error, puesto que desde ahí podemos descubrir si la extensión pide enviar datos personales a terceros o permisos extraños. De ser así, lo más idóneo sería desinstalar inmediatamente la extensión y seguir buscando alguna alternativa que realmente sea segura.

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