El 'número dos' del Vaticano, Tarcisio Bertone, preside desde las 11.00 horas de esta mañana el funeral de estado por las víctimas del terremoto que ha afectado a la provincia italiana de L'Aquila. En "señal de solidaridad" con los que sufren asiste al mismo en nombre del Papa su secretario particular, Georg Gänswein.

Al incio del funeral, Gänswein leyó un mensaje de Benedicto XVI en el que ha instado a los fieles a "seguir adelante trabajando en sintonía con el Estado".  Benedicto XVI tiene previsto visitar las zonas afectadas por el terremoto en fechas próximas.

Al funeral asisten, entre otros, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, y el primer ministro, Silvio Berlusconi, que poco antes del oficio religioso ha charlado con los desconsolados familiares. Hace unos días, el primer ministro protagonizó una importante polémica al decir a las personas acogidas en tiendas de campaña en los alrededores de L'Aquila que se lo tomaran "como un fin de semana de camping".

El Vaticano precisó que en consideración de la excepcionalidad del evento, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha concedido el indulto para la celebración en L'Aquila de la misa, a pesar de que la liturgia del Viernes Santo no prevé otro rito que no sean el de la Pasión del Señor.

La misa funeral de estado por las víctimas se celebra en el cuartel de la Guardia de Finanzas (Policía fiscal y de fronteras) de L'Aquila, distante unos 90 kilómetros al este de Roma, y la oficia el cardenal secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, junto con el arzobispo de la ciudad Giuseppe Molinari.

Son ya 289 los fallecidos

El funeral de estado coincide con una nueva cifra de víctimas mortales por el terremoto, que ya asciende a 289. Esta nueva cifra llega tras el rescate de dos cadáveres de los escombros de uno de los edificios del centro de la localidad de L'Aquila, una de las más afectadas por el seísmo. Se trata, según la Guardia de Finanzas (policía fiscal), de una mujer de 53 años y su hija, de 18.