Internacional

Escándalo en Australia por las escenas sexuales grabadas en los despachos del Parlamento

En las últimas semanas, los australianos han reavivado la discusión sobre agresión sexual.
BBC

El primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo este martes que quiere una mayor cantidad de mujeres en el Parlamento y en la política, tras condenar un nuevo escándalo sexual entre empleados de la coalición gobernante.

Morrison hizo estas declaraciones un día después de que se informara en la prensa de que varios trabajadores de su coalición compartieron fotos y vídeos de actos sexuales en el Parlamento, donde en otro caso no relacionado una exasesora denunció hace más de un mes haber sido violada.

"Nunca ha sido un momento más importante para que las mujeres estén en este lugar. Quiero ver a más mujeres en este lugar y he hecho todo para atraer a más mujeres a este lugar e intento tomar más medidas para ello", manifestó Morrison en una rueda de prensa en el Parlamento de Camberra.

El mandatario australiano, muy criticado por la oposición y grupos feministas por no adoptar acciones decisivas para proteger a las mujeres y cuyo partido no tiene cuotas de género, prometió "poner esta casa en orden", al condenar "la conducta asquerosa" de algunos hombres en el Parlamento.

"Cultura de silencio generalizado" en el Parlamento

El lunes, el Channel 10 de la televisión australiana informó de que varios varones que trabajan para la coalición gobernante compartieron fotos y vídeos en los que aparecían realizando actos sexuales en el Parlamento, incluyendo escenas de masturbación en los escritorios de legisladoras.

"Una de las primeras cosas que me enseñaron es que si algo me pasa que no diga nada porque arruinará mi carrera"

Estas denuncias se divulgan más de un mes después de que la exasesora del Partido Liberal Brittany Higgins denunciara haber sido violada por un antiguo compañero de trabajo en el Parlamento, a lo que siguieron otras tres mujeres que denunciaron asaltos y acoso sexual por parte del mismo hombre.

Este mes también el fiscal general de Australia, Christian Porter, fue acusado de la presunta violación en Sídney hace 32 años de una mujer, ya fallecida, cuando ésta tenía 16 años, aunque la Policía archivó el caso por falta de pruebas.

Este martes, un grupo de empleadas del Partido Laborista y Verde señalaron que existe una "cultura de silencio generalizado" en el Parlamento, durante una sesión dentro de la sede del Legislativo.

"Una de las primeras cosas que me enseñaron es que si algo me pasa que no diga nada porque arruinará mi carrera", dijo Georgia Tree, quien trabaja para una legisladora laborista, en declaraciones citadas por el portal Nine News.

Los escándalos sexuales motivaron al Gobierno australiano a ordenar a principios de mes la investigación de la cultura laboral del Parlamento, lo que estará a cargo de la comisionada de discriminación sexual, Kate Jenkins.

El informe final deberá ser entregado en noviembre próximo con recomendaciones para cambiar las prácticas y cultura laboral en el Parlamento.

La semana pasada, miles de australianas salieron a las calles para manifestarse contra la desigualdad de género y criticar al Gobierno por su gestión frente a varios casos de abusos sexuales en las esferas del Parlamento.

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