Salud

Así actúan los 'bloosters', el gran aliado para el cuidado de la piel en primavera

La primavera es época de alteraciones emocionales y físicas. Andan los ánimos revueltos, campan a sus anchas las alergias y, a veces, nos puede un cansancio demasiado perseverante. También la piel refleja estos desajustes. Aparece inflamada y mortecina y pierde ese maravilloso tono luminoso que la caracteriza. Aunque, afortunadamente, podemos recuperarlo. Entran en acción los bloosters, en castellano, los potenciadores de toda la vida. Y nos la ponen en orden.

Los humanos somos seres cambiantes a los que nos influyen todo tipo de emociones, sustancias químicas y reveses meteorológicos. Podría decirse que somos unos animalitos muy sensibles sin temor a entrar en terrenos escurridizos.

Un buen día nos encontramos con que lo que durante mucho parecía funcionar bien, de pronto, se reajusta. Y lo que se mostraba como una salud perfecta, se ve llena de goteras y complicaciones. Precisamente, la piel es uno de los órganos que más fácilmente se desajusta y donde, además, se ponen más de manifiesto las alteraciones.

Aunque no me gusta utilizar términos anglosajones -porque nuestra lengua es riquísima- últimamente se usa en cosmética la palabra blooster, que viene a ser como un potenciador o incrementador. Hablamos de un elemento que se aplica tanto para la sustancia que potencia el efecto de otra, sea un conservante o un filtro solar; como para conseguir un efecto muy definido en la piel cuando, por alguna circunstancia, esta lo necesita. Diría que la primera es la estación en la que los potenciadores o bloosters son más necesarios.

Para formularlos buscamos principios activos muy potentes, con una gran capacidad de regeneración y que usamos de manera específica. Uno de los activos más potenciadores es la vitamina C o ácido ascórbico que, además de tener un origen natural y ser vegano, es uno de los más potentes antioxidantes e incrementa, enormemente, la fabricación de colágeno. 

El uso de potenciadores que incorporan dos materias primas muy interesantes se ha convertido en algo común. El ácido ferúlico, que viene del arroz y tiene un efecto antienvejecimiento y antioxidante potente y una molécula de azúcar que viene de la endivia llamada ectoína.

Esta sustancia, usada desde siempre para tratamientos de faringitis y garganta irritada, tiene la propiedad de crear un biofilm que impide que el órgano se seque, manteniendo así su hidratación e impidiendo que se inflame. Lo que en la garganta funciona estupendamente, en la piel, que es un órgano mucho más sufrido, resulta un éxito absoluto.

Sonriamos, por tanto, a la primavera y que nos eleve el ánimo con sus días cada vez más largos y luminoso, y su espléndido despertar de la naturaleza. La cosmética se ocupará de asentar esa sonrisa a través de los bloosters, es decir, potenciadores, en castellano.

Jerónimo Ors, Farmacéutico y Director de Laboratorios Paquita Ors.

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