Iglesias dice adiós al Congreso tras cinco años y pone rumbo a Madrid

  • El líder de Podemos se despide de la Cámara Baja como la saludó hace cinco años: conmemorando a quienes lucharon "por la libertad"
  • Iglesias ha adelantado su renuncia al escaño, prevista para mediados de abril, después de haber tenido también que anticipar su dimisión como vicepresidente.
  • Díaz irá asumiendo el liderazgo de Unidas Podemos, pero Iglesias seguirá como secretario general y fía su futuro a Madrid
Pablo Iglesias, junto a Yolanda Díaz y Pablo Echenique.
Pablo Iglesias, junto a Yolanda Díaz y Pablo Echenique.
EFE
Pablo Iglesias, junto a Yolanda Díaz y Pablo Echenique.
Pablo Iglesias, junto a Yolanda Díaz y Pablo Echenique.
EFE / ATLAS

Este miércoles, cinco años y 22 días después de su primera intervención en la tribuna, Pablo Iglesias se despidió del Congreso de los Diputados tal y como lo saludó: reivindicando a "esas generaciones de españoles y españolas que lucharon contra el fascismo, por la libertad y por la justicia social". Lo hizo unos minutos después de anunciar que el de esta semana será su último pleno, ya que el martes, como tarde, renunciará a su escaño poniendo así un punto y aparte a su presencia institucional en la política nacional.

Iglesias terminó su despedida con uno de los lemas más solemnes de su espacio político: "Porque fueron, somos; porque somos, serán". Hace cinco años recibió el aplauso de sus 69 diputados, muchos más que los 35 que aplaudieron este miércoles, aunque a ellos se sumó la mayor parte de la bancada socialista y también la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la única representante del PSOE en el Consejo de Ministros que estaba presente en el hemiciclo en ese momento.

Iglesias también recibió el aplauso emocionado de quien será su sucesora como vicepresidenta del Gobierno: la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, que no pudo evitar derramar unas lágrimas. El líder de Podemos deja el Congreso habiendo aupado a su partido al Consejo de Ministros, aunque con un desgaste evidente desde que irrumpió en la Cámara Baja en 2016 con más del 20% de los votos y disputando al PSOE su hegemonía en el bloque progresista.

El todavía vicepresidente segundo del Gobierno se ha visto obligado a adelantar su salida, prevista inicialmente para mediados de abril, después de que este martes se conociera que la ley electoral de la Comunidad de Madrid le impide presentarse a las elecciones siendo ministro, algo que cogió por sorpresa a su equipo. Iglesias no tenía obligación de dejar el Congreso hasta jurar el acta en la Asamblea de Madrid, pero ha preferido hacerlo para centrarse en la carrera electoral.

Iglesias se va, pero no desaparece

El resultado de las elecciones, sobre todo si consigue un puesto en un eventual Gobierno progresista en la comunidad, determinará buena parte de su futuro político. Porque lo que parece claro dentro de Unidas Podemos es que Iglesias, aunque vaya a dejar el Ejecutivo central y la arena nacional, va a seguir jugando un papel central en la toma de decisiones de la formación morada. Los morados han proyectado un modelo bicéfalo para el futuro de Podemos, con Díaz como líder en el Gobierno, pero también con un Iglesias que seguirá siendo a medio plazo secretario general del partido y que tendrá mucha influencia a la hora de marcar las líneas políticas.

La presencia de Iglesias facilitará a Díaz un cierto escudo para evitar que su imagen se desgaste excesivamente de cara a 2023, cuando Unidas Podemos quiere que sea su cabeza de cartel en las elecciones generales. Y, aun con la erosión que ha experimentado en los últimos años la imagen del secretario general, los morados consideran que Iglesias aún tiene mucho recorrido. "Nos queda Iglesias para rato", aseguró en este sentido la que será ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, en una entrevista.

Una vez deje su escaño y su puesto como vicepresidente dentro de unos días, el líder morado tendrá vía libre para centrarse en la precampaña de las elecciones madrileñas, que ya han acaparado todo el foco político desde que fueron convocadas hace menos de dos semanas. El discurso en privado de los dirigentes de Unidas Podemos es el mismo que en público: van a los comicios convencidos de que hay opciones reales de disputarle la Presidencia de la Comunidad de Madrid a Isabel Díaz Ayuso.

Con el PSOE centrado en los primeros días de precampaña en arañar votos de antiguos electores de Ciudadanos -el candidato Ángel Gabilondo ha llegado incluso a afirmar que preferiría no tener como socio a Iglesias-, Unidas Podemos busca, sobre todo, fomentar la movilización del votante progresista. La dirección morada considera que la Comunidad de Madrid, pese a ser un Gobierno autonómico, es una pieza de caza mayor porque tiene una influencia mucho mayor que cualquier otra comunidad, además de ser la joya de la corona del poder institucional del PP.

Por ello, Unidas Podemos va a poner toda la carne en el asador. "Tenemos que lograr que la gente de los barrios humildes de Madrid vaya a votar", aseguró hace unos días el secretario general. Ese es, a corto plazo, el objetivo de un Iglesias que se va del Congreso, pero que va a seguir muy presente en el escenario político.

Daniel Ríos
Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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